Retrato de un extraño sistema planetario
El satélite 'Kepler' observa dos 'Saturnos' que orbitan una estrella similar al Sol a menos distancia que Mercurio
Los sistemas planetarios que se han detectado hasta ahora son, en su inmensa mayoría, tan distintos del Sistema Solar que resulta difícil imaginarlos, tan difícil como fotografiarlos. El último observado con la técnica del tránsito (cuando el planeta pasa por delante de su estrella vista desde la Tierra disminuye la luminosidad de esta) consta de dos planetas gaseosos, del tamaño de Saturno, que orbitan su estrella más cerca que lo hace Mercurio en el Sistema Solar. Además, parece existir un tercer planeta, mucho más pequeño y por tanto más parecido en tamaño a la Tierra, pero tan cercano al astro que tiene que estarse quemando.
Así que todavía no se ha cumplido el objetivo de Kepler, el satélite que los ha detectado, que lleva poco menos de un año observando la misma zona del cielo, buscando planetas habitables (que no es lo mismo que similares a la Tierra en tamaño) alrededor de estrellas similares al Sol. Por ahora tiene 700 candidatos, pero cada uno de ellos debe de ser confirmado. Por eso ahora la NASA anuncia el primer sistema planetario confirmado por esta técnica, como prueba de que efectivamente el zoo de planetas es muy variado, mientras espera encontrar algo más parecido a la Tierra.
Kepler está diseñado para detectar los tránsitos en las más de 150.000 estrellas que observa permanentemente, mientras que otras búsquedas se siguen basando en detectar el bamboleo de la estrella provocado por el tirón gravitatorio de sus planetas. Con este segundo método el Observatorio Europeo Austral (ESO) anunció el martes pasado la detección de un sistema de siete planetas, más parecidos a Neptuno en su mayoría, en una estrella a 127 años luz de la Tierra.
Las observaciones de planetas en tránsito son especialmente valiosas porque la fotometría y las observaciones de velocidad radial permiten conocer sus propiedades físicas, como la masa, el radio y la densidad, explica el numeroso equipo de Kepler en la revista Science, en la que publica el descubrimiento.
Los periodos orbitales de los dos grandes planetas son de 19,2 y 38,9 días, cuando la Tierra tarda 365 días en dar la vuelta al Sol y Mercurio (el planeta más cercano a la estrella y con un diámetro tres veces inferior al terrestre) 88 días. La supertierra está sin confirmar y tiene un periodo de solo 1,6 días, lo que indica su cercanía extrema a la estrella y la hace teóricamente inhabitable.
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