De Jorge juega con fuego en su último libro

David de Jorge (Hondarribia, 1970) reivindica, como no podría hacerlo de otra forma, una visión irreverente en torno a las cacerolas, los fogones y la pasión por comer en su libro Con la cocina no se juega, que presentó ayer de forma exquisita; sentado al frente de una mesa ovalada rodeado de la prensa y ante un menú elaborado por Martín Berasategi en su restaurante de Lasarte-Oria (Guipúzcoa). El cocinero vasco, célebre por sus desenfadados y poco ortodoxos programas gastronómicos en la EITB, suma con este volumen su sexta obra dedicada al placer de comer, un disfrute que pretende alejar de la categoría de arte. De Jorge explicó que el libro está dirigido a los "esclavos del asfalto y de la corbata, de la vajilla cuadrada", y también a "los cazadores de tendencias gastronómicas" para que visiten de su mano "las mazmorras de la cocina, el fondo de las ollas, las puertas de los establos", lugares comunes imprescindibles para que cristalice el placer de comer.