Un frasco de anticoagulante, probable causa del contagio de hepatitis C

El Departamento de Salud de la Generalitat inspeccionó el centro privado de hemodiálisis de Tarragona (Fresenius) días después de conocerse que siete pacientes habían sido contagiados del virus de la hepatitis C, la variante más grave de la enfermedad. Los inspectores hallaron algunas anomalías y obligaron a cambiar ciertos protocolos de actuación.

Aunque la investigación todavía permanece abierta, una de estas prácticas podría explicar el motivo del contagio vírico. El centro de diálisis utilizaba envases multidosis de un anticoagulante denominado heparina en vez de frascos de un solo uso, que minimizan el riesgo de contagio pues se emplean para un único paciente de diálisis. En caso de que se extraiga heparina con una aguja infectada, el virus puede extenderse de forma masiva a todas las personas a quienes se administre el producto del mismo envase. Algo así pudo suceder en el centro Fresenius de Tarragona, según comentaron fuentes sanitarias.

Dos casos similares se produjeron en el hospital madrileño de Alcorcón y en uno de Ciudad Real, donde resultaron contagiados de hepatitis C ocho enfermos de cáncer y 18 que recibían diálisis, respectivamente. El contagio se produjo por un envase multidosis de suero con heparina pinchado con una aguja que había sido utilizada por un paciente que ya tenía el virus. A partir del año 2003, los hospitales madrileños dejaron de utilizar los frascos multidosis, que son más baratos que los de una sola dosis. La heparina es un potente anticoagulante que facilita que fluya la sangre por todos los circuitos de la hemodiálisis.

La otra anomalía advertida por Salud se refiere a los turnos del personal. Los protocolos de nefrología y diálisis aprobados por la Generalitat obligan a que los pacientes portadores del virus de la hepatitis C o del VIH reciban la diálisis en áreas físicamente diferenciadas del resto de enfermos y atendidos por personal exclusivo. En algunos turnos de trabajo, el centro Fresenius no cumplía este requisito, aunque sí disponía de habitaciones separadas.

Fuentes del Departamento de Salud declinaron ayer comentar ambos extremos pues precisaron que la investigación todavía está en fase de instrucción. Incluso la consejera Marina Geli señaló ayer que no había "detectado anomalía alguna ni nada determinante" en los protocolos de actuación de la clínica. Sin embargo, otras fuentes sanitarias señalaron que el informe podría culminar en una sanción al centro de diálisis Fresenius, concertado por el Servicio Catalán de la Salud. La Fiscalía de Tarragona avanzó ayer que abrirá una investigación sobre el centro sanitario. Las pesquisas determinarán si en el proceso por el que se contagió el virus hay indicios de infracción penal y se realizarán a instancias de la Asociación en Defensa del Paciente (Adepa). La fiscalía agradeció el interés de la entidad, pero subrayó que habría actuado de oficio ante la gravedad de los hechos.

"Confiamos en que la fiscalía depure responsabilidades con nombres y apellidos. En última instancia, la empresa o el responsable del centro", precisó una portavoz de Adepa. Por su parte, cinco de los pacientes afectados se reunirán mañana con el abogado de la asociación para preparar una denuncia colectiva.

El alcalde de Tarragona, el socialista Josep Félix Ballesteros, también se mostró indignado por el suceso. Exigió explicaciones a la Generalitat de por qué se informó del contagio sólo después de que Adepa lo hiciera público y pidió al departamento de Salud y a la empresa propietaria del centro que rindan cuentas de lo ocurrido a los afectados y a la opinión pública. "De lo contrario, el nombre de las instituciones implicadas quedaría seriamente tocado", subrayó. El centro sanitario informó del contagio a Salud el pasado 1 de diciembre, y dos días más tarde empezó a notificarlo a los afectados. Éstos han lamentado que Salud no se ha puesto en contacto con ellos en ningún momento.