Consultorio de Sexo Dra. María Ángeles Sanz

Es importante no acostumbrarse a una carencia en el contexto de la relación de pareja, ya que, a largo plazo, suele ocasionar otros problemas. Es normal que a lo largo de la convivencia se atraviesen momentos o situaciones que "complican o dificultan" el tener un tiempo o el ánimo para mantener relaciones sexuales.

Esta realidad no suele repercutir a largo plazo en el bienestar de la pareja, siempre y cuando se retomen y se normalicen. Pero es importante hablarlo con el otro sin dramatismos ni angustia. Hacerlo demuestra interés e implica un cierto grado de motivación por buscar una posible solución.

Algunas parejas organizan una escapada de fin de semana o sacan con gran esfuerzo un rato para ellos. El planteamiento es correcto, pero para que funcione de manera más definitiva habría que poder llevarlo a cabo periódicamente. Si no, pasados unos meses, se vuelve al mismo punto. El primer paso es que cada uno asuma su propia responsabilidad y deje de preocuparse para pasar a ocuparse de facilitar el encuentro sexual. Se trata de adoptar una posición activa, no vale esperar a que sea el otro el que inicie algo. Además, no ayuda exigir que las condiciones sean perfectas para poder estar juntos. Los ruidos que se pueden hacer, "y si los niños...", "estoy cansado de todo el día y me abandono en el sofá delante de la TV", son excusas. Otro aspecto importante es pensar que tiene que salir siempre bien, fácil y llegando al final (normalmente, penetración). Si nos ocupamos de disfrutar, importa menos la perfección. Lo importante es estar juntos, y seguro que al día siguiente uno se siente más cercano al otro.

María Ángeles Sanz es sexóloga y profesora de Psicología Clínica de la Universidad Autónoma de Madrid.