La enfermera del Gregorio Marañón que cuidaba de Ryan se ofreció voluntariamente a alimentar al bebé por vía intravenosa porque sus compañeras estaban atendiendo una urgencia. Este trabajo debía hacerlo una auxiliar pero lo dejó para asistir a otro neonato muy grave en la misma sala que apenas tiene 20 metros. Es la conclusión del informe que ha elaborado la Comunidad de Madrid sobre la muerte del pequeño Ryan.Vídeo: AGENCIA ATLAS