Sólo el 34% de los jóvenes tiene las encías sanas

La boca es un nicho de bacterias, que tienen un especial refugio en el espacio que hay entre el diente y las encías. Ahí, aprovechando el efecto frontera, la capa bacteriana (ahora rebautizada como biofilm) daña la sujeción de las piezas. El efecto aumenta con la edad. A los 15 años, un 34% tiene algún grado de gingivitis. Entre los 35 y los 44, sólo el 14,8% presenta las encías sanas, teniendo el 85% restante algún grado de enfermedad periodontal (un 59,8% gingivitis y un 25,4% periodontitis, una evolución de la inflamación en la que el daño es mayor). A partir de los 65 años, la proporción de quienes están libres de algún tipo de infección en las encías del 10%.

Los datos forman parte de un estudio del Colegio General de Dentistas, y sirven para poner en marcha una campaña de revisiones gratuitas para evaluar el riesgo de cada persona. Porque las infecciones bucales no son sólo una cuestión de estética. Aparte de sangrados y mal olor, supuración y posible pérdida de pieza dentales, cuando la enfermedad avanza se convierte en un posible foco de infecciones. Los microorganismos pueden pasar al torrente sanguíneo, y crear enfermedades en cualquier otra parte del cuerpo. "Diferentes estudios muestran que la enfermedad periodontal puede suponer un aumento del riesgo de sufrir patología cardiovascular, al favorecer la formación de placas de ateroma y la formación de trombos. También aumenta el riesgo, en mujeres embarazadas, de sufrir partos de niños prematuros y/o de bajo peso. Y existe, igualmente, aumento del riesgo, en pacientes diabéticos, de que se descontrole el nivel de azúcar en sangre", señala el Colegio de Dentistas en una nota.

La evolución con la edad del número de afectados es lógica. Los daños en las boca de alguna manera se acumulan, por lo que es más fácil evitarlos que curarlos. El estrés, el tabaco y la diabetes son factores de riesgo.