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Condena de 16 años a un profesor de Informática por corrupción de menores por Internet

La Audiencia de Granada ha condenado a 16 años de prisión y al pago total de 7.920 euros de multa a un profesor de Informática por contactar a través de Internet con menores de distintos puntos del país, a los que supuestamente conoció haciéndose pasar por una niña, y a los que recargaba el móvil a cambio de que se desnudaran o accedieran a sus pretensiones sexuales frente a la pantalla, usando una webcam.

Se le considera autor de tres delitos consumados de corrupción de menores, dos más en grado de tentativa, dos de exhibicionismo, otro de tenencia de pornografía infantil y seis faltas de coacciones. No podrá acercarse a menos de 300 metros y comunicarse con sus víctimas durante 10 años. El tribunal pide además que se le decomisen los sistemas informáticos de su propiedad y declara el máximo de cumplimiento efectivo de la pena privativa de libertad en el triple de la mayor, es decir, 12 años.

Se considera probado, según consta en la sentencia, que M.S.C., de 35 años, comenzó a contactar con

menores de entre 10 y 12 años desde su domicilio o desde su despacho en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática a través del messenger "a los efectos de satisfacer su ánimo libidinoso".

Se hacía pasar en Internet por una niña de edad similar a sus víctimas, y durante el curso de esas conversaciones y con el tiempo, iba ganándose la confianza de los menores, a los que hacía pequeños regalos como recargas en el teléfono móvil o créditos para participar en juegos de Internet.

En tanto en cuanto la confianza de los menores iba creciendo, el procesado comenzó a pedirles que encendieran la cámara web de su ordenador, solicitádoles en algunos casos que se desvistieran o incluso que se masturbaran. También él llegó a aparecer desnudo de cintura para abajo ante algunos

de los niños, de los que tomaba imágenes que luego guardaba en el disco duro del ordenador "para contemplarla a posteriori tantas veces como quisiera con propósito de satisfacción sexual".

No obstante, los niños comenzaron a tomar consideración de la gravedad de la situación con el paso del tiempo e intentaron cortar la comunicación, si bien el ahora condenado les amenazaba, incluso por teléfono, con que si lo hacían les mandaría un virus por el ordenador.

De este modo actuó en todos los casos, con seis menores de distintos puntos geográficos del país, entre el mes de septiembre de 2004 y junio de 2005. También contactó con dos niños más, haciéndose pasar por otro menor, pero no llegó a ejecutar ningún acto de los relatados, porque se cortó la comunicación.

La Policía encontró en los discos duros de su ordenador imágenes de los menores con los que mantuvo tales contactos y una fotografía de uno más desconocido, completamente desnudo, además de ficheros en inglés con diversos relatos pornográficos de temática pederasta.

El procesado, que es juzgado el pasado 29 de abril en la Sección Primera de la Audiencia de Granada, negó los hechos que le atribuía el fiscal, aunque reconoció haber entrado en contacto con los seis menores, si bien aseguró que lo hizo a través de una página de juegos 'on-line' y que sus conversaciones a través del correo electrónico o 'messenger' tenían el objetivo de "sincronizarse" con los menores, para jugar a la vez en esa web.

Negó "taxativamente" haber recargado los móviles de los niños, haberse desnudado delante de ellos, haberles amenazado o hecho propuestas indecentes, e incluso tener inclinaciones homosexuales o pederastas. Sin embargo, admitió haber escrito "expresiones desafortunadas", algunas en tono "jocoso", pero ninguna, según dijo ante el tribunal, "con sentido sexual ninguno".

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