"Vivió pobre y sufrió muchísimo"
Muere de cáncer la mujer que debía recibir 1,7 millones por retirarle sus hijos de forma irregular la Junta de Andalucía
Carmen Fernández, la mujer que debía ser indemnizada con 1,7 millones de euros por la retirada irregular de sus hijos Iván y Sara, ha fallecido como consecuencia del cáncer que sufría y que, según los jueces, se debía al "calvario" padecido para recuperar a los menores. La Junta de Andalucía le quitó los dos hijos a la mujer en 1996, cuando tenían 4 y 5 años, porque la madre era alcohólica, aunque se recuperó meses después, pero ya era tarde para recuperar a sus pequeños.
Su abogado, Gabriel Velamazán, ha explicado hoy a los periodistas que Carmen murió hace unos días en un centro de cuidados paliativos de Cercedilla, localidad de la sierra de Madrid situada a unos 60 kilómetros de la capital, sola y sin la compañía de ningún familiar o amigo. El fallecimiento se produjo por un cáncer de pulmón, con metástasis cerebrales que, según la Audiencia de Sevilla, fue "consecuencia directa o indirecta del sufrimiento soportado" y, por lo tanto, "lesión sufrida de manera ilegítima".
La mujer había ganado las diez sentencias dictadas hasta ahora sobre su caso, pero la indemnización de 1,7 millones de euros sigue paralizada en el Tribunal Constitucional, órgano que había prometido darle celeridad teniendo en cuenta las circunstancias del caso.
Cobró un anticipo de 210.000 euros
Sin embargo, su abogado ha recordado que Carmen sólo cobró un anticipo de 210.000 euros, que le sirvió para permitirse el único lujo de su vida: el alquiler de "un buen piso en un buen barrio de Madrid", donde residió con su madre y su hija. Ésta, de 16 años, decidió volver hace dos con su madre. Sin embargo, su hermano, que tiene 14, prefirió quedarse con la familia de acogida, residente en Dos Hermanas (Sevilla).
Según Velamazán, Carmen fue pobre toda su vida y "no sabía en qué gastarse el dinero" que había recibido. De hecho para Navidad sólo había pedido "gambas, bombones y un póster de David Bisbal" porque "el dinero le importaba un bledo".
"Tortuoso calvario"
Velamazán ha declarado que esta "ardua batalla de once años y medio tiene un fácil epílogo: luchó en absoluta inferioridad por sus hijos. Vivió pobre y sufrió muchísimo". Ahora, tras su "tortuoso calvario, cruel y tenazmente infligido por una hidra sin alma, Carmen descansa por fin en paz y sosiego", ha sentenciado el letrado.
Según Velamazán, la indemnización que debía recibir la madre será heredada por sus hijos, pues en una de sus victorias judiciales consiguió que Iván siguiese como hijo suyo y que el matrimonio de Dos Hermanas con quienes vive sean "cuidadores de hecho".
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