La escasez de agua amenaza EE UU
La primera potencia mundial es la última víctima de un problema que afecta a todo el planeta
Si no se toman medidas a corto plazo, buena parte de la población de EE UU está condenada a pasar sed. Según un estudio que ha llegado a manos del gobierno norteamericano, los suministros de agua dulce de la nación pueden no ser suficientes en un futuro cercano para saciar la sed de una importante porción geográfica del país.
Los informes pronostican que al menos 36 estados de los 50 que lo forman tendrán que hacer frente en los próximos cinco años a la escasez de agua potable causada por el incremento de las temperaturas, el crecimiento de la población, el desarrollo urbano, la sequía y el derroche humano.
La fotografía del mapa estadounidense es ilustrativa. En Georgia, uno de los estados que más presume de su riqueza medioambiental, millones de personas se preparan para una sequía sin precedentes. Florida, que durante años tuvo exceso de suministro, no tiene ahora suficiente líquido almacenado para una población que aumenta cada año. El estado de Nueva York ha visto como sus reservas han descendido a niveles que nunca antes se habían registrado. Los Grandes Lagos se están secando. Y, mientras tanto, en la Costa Oeste, el estado de California avisa que peligran sus suministros porque en la cordillera de Sierra Nevada, su principal referencia, cada vez hay menos nieve.
?¿Es esto una crisis? Si no preparamos un plan para el control de agua, podría ser?, afirma para la revista Time Jack Hoffbuhr, director de la Asociación Americana de Labores del Agua (AWWA, en sus siglas en inglés). Según la revista norteamericana, los directores encargados de controlar los flujos hídricos en cada estado tendrán que tomar importantes medidas para conseguir que circule sin problemas el agua del grifo en los próximos años. Para ello, tendrán que imponer controles más estrictos y desarrollar nueva tecnología que repercuta en las tareas de reciclaje y conservación del líquido. Expertos estadounidenses estiman que aumentará el precio del agua que llega a los hogares debido a la necesidad del país de invertir al menos 3.000 millones de dólares (2.083 millones de euros aproximadamente) en los siguientes 30 años.
?El pasado siglo fue el siglo de la consolidación de la ingeniería para almacenar el agua. Este siglo va a tener que ser el siglo de la eficiencia en el suministro del agua?, asegura Barry Nelson, principal analista del Consejo Americano por la Defensa de las Fuentes Naturales (NRDC). Nelson coincide con lo que apuntan la mayoría de los analistas: el agua potable va a dejar de ser barata.
Problema global
Lejos de ser un problema exclusivo de EE UU, la escasez de agua dulce afecta a todo el planeta. La primera potencia mundial, que acostumbra a gastar 148 billones de galones de agua por año entre consumo propio y desarrollo industrial, es sólo la última víctima de una realidad que se cierne, según los expertos, sobre medio mundo. Las cifras son claras: sólo hay un 3% de agua dulce en el planeta, a pesar de que el agua constituye tres cuartas partes de su superficie. Pero, a diferencia de los estadounidenses, no todos están igual de preparados gracias a su tecnología y recursos económicos.
La Asociación Mundial del Agua (GWP), organismo patrocinado por el Banco Mundial (BM), avisa que para el 2025 se puede dar una crisis mundial por falta de agua potable. La explosión demográfica y la deficiente explotación de los recursos hídricos serían las causas principales de lo que algunos ya llaman ?la guerra por el oro azul?. Desde este organismo recuerdan que una sexta parte de la población mundial no tiene acceso al agua potable y que alrededor de un tercio viven en zonas donde el consumo supera la oferta.
Diferentes informes de la UNESCO, además, prevén que dos tercios de la humanidad se verán afectados por la escasez de agua en poco tiempo. Y atienden a los conflictos que ha generado en los últimos años. Según UNESCO, en Oriente Medio y África el líquido vital se considera un recurso estratégico y las tensiones entre los países de la región que comparten suministros aumentan cada día. Asia tiene el 60% de la población mundial, pero sólo el 30% cuenta con acceso directo a agua potable.
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