Chicago planta cara al cambio climático

El cambio climático, se ha encontrado con una ciudad que se resiste a sufrir sus efectos. Chicago ha vuelto a la "normalidad" este invierno con temperaturas de 30 grados bajo cero, después de que los últimos años fueran mucho menos fríos de lo habitual.

Los habitantes de esta localidad, situada a orillas del Lago Michigan, estaban acostumbrados a afrontar fríos casi polares que, mezclados con el viento que sopla del lago, son irrespirables. Pero durante la última década han gastado menos en ropa de abrigo.

El meteorólogo Mark Ratzer, del Servicio Meteorológico Nacional de Chicago, asegura que este clima significa "volver a la normalidad". "Estas temperaturas no son inusuales en Chicago; lo extraño son los inviernos tan templados que hemos tenido?, señala Ratzer.

Las autoridades han decretado la alerta y han advertido de que no se salga a la calle a menos que sea estrictamente necesario. También recomiendan vestirse "en capas", no salir de casa sin gorro y guantes, y que por ninguna razón se esté al aire libre más de media hora, ya que se empezarán a sentir síntomas de congelación.

Eso no quiere decir que este nivel de frío no sea peligroso. El viento que sopla siempre en Chicago puede poner el cuerpo a 32 grados bajo cero, es decir, en peligro de congelación.

Ratzer y su equipo han colocado en la página del aeropuerto internacional O'Hare de Chicago una alerta por viento. El viento frío de Chicago está trayendo las bajas temperaturas del ártico, que no se vivían en la ciudad durante cinco días seguidos desde 1997 y el lago Michigan está cubierto de hielo en una extensión de unos 24 kilómetros desde la costa.