Todo por la NASA
La agencia espacial inicia hoy una semana de actos para conmemorar las tres peores tragedias que han afectado a la exploración espacial de EE UU y en las que han fallecido 17 astronautas
La NASA inicia hoy una semana de actos para conmemorar las tres peores tragedias que han afectado a la exploración espacial de Estados Unidos. El 27 de enero de 1967, tres astronautas del Apolo 1 murieron en un incendio durante una prueba en la plataforma de lanzamiento; el 28 del mismo mes pero en 1986 perecieron los siete tripulantes del transbordador Challenger, segundos después de su lanzamiento.
El 1 de febrero del 2003 fallecieron los siete ocupantes del transbordador Columbia cuando la nave se disponía a poner fin a lo que hasta ese momento era una exitosa misión científica. "En estos días recordamos a los astronautas del Apolo 1, los del Challenger y los del Columbia, así como a otros que en la NASA han dado su vida en pos del sueño de volar", dijo hoy en un comunicado el administrador de la agencia espacial, Michael Griffin.
Griffin recordó que "desde la alborada de la era espacial, hemos sabido que el vuelo espacial traería consigo desafíos, oportunidades, recompensas y riesgos". El administrador de la agencia espacial, sobre cuyos hombros reside la responsabilidad de preparar el retorno del hombre a la Luna y preparar los viajes del futuro a Marte, señaló que para la NASA hoy es el "Día del Recuerdo".
Este día "nos recuerda que a pesar de nuestras pérdidas, el pueblo de EEUU nunca ha vacilado en su apoyo a la exploración del espacio", señaló. Aun cuando significaron un duro traspiés para los planes espaciales, las 17 muertes que causaron esas tragedias llevaron a la NASA a reestructurar sus sistemas y sus normas de seguridad.
'Columbia', 'Apolo 1' y 'Challenger'
Virgil Grisson, Ed White y Roger Chafee, los tripulantes de la nave Apolo 1, murieron al desatarse un incendio en la plataforma de lanzamiento cuando realizaban una prueba de cuenta atrás y despegue. En esa ocasión no se aplicaban muchas de las normas de seguridad que ahora deben respetarse fielmente en las pruebas y, sobre todo, en el lanzamiento real de una nave.
En la base de la plataforma no había equipos médicos ni de rescate. Tampoco se habían desarrollado procedimientos para ese tipo de emergencias y las estructuras no eran apropiadas para una operación de rescate. La investigación que siguió a la tragedia indicó que el incendio comenzó cerca de un panel de oxígeno y el ambiente creado por el oxígeno así como la presión interna de la cabina impidieron que los astronautas abrieron la escotilla del módulo.
El 28 de enero de 1986, bajo una temperatura que bordeaba el punto de congelación, las autoridades de la NASA ordenaron el lanzamiento del Challenger. Setenta y dos segundos después la nave estalló en el aire causando la muerte de sus siete tripulantes, entre ellos la primera maestra en viajar al espacio.
La investigación del accidente determinó que había sido provocada por el congelación de uno de los anillos de unión del cohete impulsor. Desde entonces, los ingenieros de la NASA corrigieron esas piezas y aún así han suspendido la partida de los transbordadores cuando la temperatura en el Centro Espacial Kennedy de la Florida baja a niveles peligrosos.
El Columbia se desintegró en su reingreso a la Tierra como resultado de una perforación en su ala izquierda provocada por el desprendimiento de una loseta de aislamiento desde un sector del tanque externo. La tragedia, que también se cobró la vida de los siete tripulantes, llevó a la NASA a cancelar las operaciones de los transbordadores y a retrasar la construcción de la Estación Espacial Internacional.
Los éxitos
Esos vuelos se reanudaron cuando los ingenieros de la agencia espacial realizaron una serie de modificaciones al tanque externo para evitar una tragedia similar. Pero no todo ha sido una recordación triste para las autoridades y científicos de la agencia espacial. Este mes la NASA celebró tres años de la presencia y el trabajo ininterrumpido en la superficie marciana de los vehículos exploradores Spirit y Opportunity.
Opportunity llegó a Marte el 3 de enero del 2004. Tres semanas después, y en un punto opuesto del planeta, lo hizo Spirit para realizar un estudio geológico y atmosférico del planeta durante, lo que se suponía, serían sus tres meses de vida útil. Pero los vehículos han seguido trabajando casi sin pausas y desde que confirmaron la existencia de agua en el pasado remoto de Marte también han enviado miles de fotografías e información sobre la atmósfera y la estructura geológica del planeta.
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