_
_
_
_

Seda pegajosa para trepar por las paredes

Una investigación revela que las tarántulas generan una sustancia viscosa en sus patas que les ayuda a subir por cualquier superficie vertical

Los afectados por aracnofobia tienen desde hoy un nuevo motivo para la angustia. Un grupo de científicos alemanes ha descubierto que las tarántulas, las especies más terroríficas entre los arácnidos, gozan de un arma secreta para trepar por cualquier superficie, por muy vertical y resbaladiza que resulte. Según la investigación, que publica la revista Nature, estos animales producen una especie de seda pegajosa en sus patas que les permite enfrentarse a cualquier pared y les evita peligrosas caídas.

Todas las arañas segregan seda por el abdomen para fabricar sus telas a partir de unas glándulas denominadas hileras pero lo que hace distinto a las tarántulas es que además la producen en la punta de sus patas. El proceso recuerda a la sustancia adherente de la que se valía el hombre araña para escalar rascacielos. Además, las tarántulas comparten con el resto de los arácnidos otras dos técnicas para trepar: unas uñas o filamentos diminutos que les permiten lidiar con las superficies complicadas y pequeños pelillos que producen electricidad estática.

"Hemos descubierto que la tarántula tiene un tercer mecanismo de atracción, que depende de fibras que produce en una especie inyector que posee en cada una de sus patas", asegura Stanislav Gora, del Instituto Max Planck para el Desarrollo Biológico en Tubingen en unas declaraciones recogidas por la web de BBC. "Estas secreciones fibrosas funcionan como ataduras de seda y cuando se pegan en cristales dejan una especie de huellas de pisadas de menos de una millonésima de metro", ha explicado.

El equipo investigador ha llegado a estas conclusiones a partir la observación de cómo varios ejemplares de tarántulas zebra (Aphonopelma seemanni) de Costa Rica se enfrentaban a cristales verticales. Para subir estos arácnidos empleaban básicamente los filamentos secos pero para bajar se valían sobre todo de la sustancia pegajosa que segregaban.

Los científicos creen que las conclusiones del estudio plantean interesantes preguntas sobre la evolución de estos animales. Por ejemplo, ¿Cuál de ambas adaptaciones -seda abdominal o seda en los pies- se produjo antes? ¿Se han desarrollado ambas de forma independiente? Según el equipo investigador éstas y otras cuestiones obtendrán respuesta cuando se analice genéticamente la sustancia ahora descubierta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_