La Xunta de Galicia intenta desviar el vertido de una planta química que amenaza la ría de Arousa
Originado por el incendio de una factoría en Caldas de Reis, es muy tóxico y avanza hacia el mar amenazando recursos marisqueros
El incendio en una factoría de productos químicos de la localidad pontevedresa de Caldas de Reis ha originado un vertido tóxico al río Umia que amenaza con causar daños ecológicos y económicos de importancia en la ría de Arousa. Los técnicos de la Xunta han comenzado esta tarde las obras de canalización de un tramo del río para "puentear" el vertido y llevar agua potable a los más de 100.000 habitantes de la zona. La mancha, que mide más de cinco kilómetros, reviste mayor gravedad que lo que se creía en un primer momento, lo que ha obligado a cerrar los bancos marisqueros.
La mancha, que llegó ayer por la tarde al río Umia, del que se abastece de agua la comarca de Caldas de Reis (de 100.000 habitantes), está compuesta por una mezcla de productos químicos derivados del petróleo y de alta volatilidad. El alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán, ha declarado a la Cadena SER que la mancha está "arrasando" absolutamente todo a su paso. Tras la reunión de esta mañana de técnicos y alcaldes de las localidades afectadas, el consejero de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, ha señalado que la mancha, "altamente tóxica pero muy volátil", avanza muy lentamente por el curso del río y que se encuentra a unos cuatro o cinco kilómetros de la empresa que ardió.
En un comunicado hecho, el departamento de Vázquez señala que los operarios de las empresas Espina y Delfín, Tragsa y Copasa, coordinados por el organismo Aguas de Galicia, dependiente de Medio Ambiente, realizan una canalización en superficie de 20 kilómetros hasta la estación de bombeo. Además, los técnicos de la Consejería tratan de reducir la carga contaminante del vertido mediante la construcción de dos azudes que incorporan sistemas de filtros. El objetivo es recuperar el agua de suministro a la población, pero también impedir que la contaminación llegue al mar, pues en la desembocadura del Umia se encuentra un rico banco marisquero y se verían afectadas también zonas de bateas de producción de mejillón.
Agua para unas horas
La Xunta ha tomado además medidas para proteger estos bancos marisqueros del sur de la ría de Arousa, donde se han desplegado barreras anticontaminación. En todo caso, la Consejería de Pesca ha decidido cerrarlos como "medida cautelar". Por otro lado, las autoridades han pedido a los ciudadanos de las poblaciones afectadas, Vilagarcía, O Grove, Meis, Ribadumia, Meaño, Cambados, Illa de Arousa, Vilanova y Portas, que economicen el consumo de agua. Medio Ambiente ha subrayado que hay una "garantía absoluta" de que el agua que sale del grifo es potable en la comarca de O Salnés porque desde las 8.00 horas se ha suspendido la captación del río y se ha recurrido a los depósitos.
Para evitar el desabastecimiento, Medio Ambiente ha ordenado la movilización de cisternas para llenar los depósitos municipales y las estaciones de bombeo que abastecen a estas localidades. Durante la tarde se han llenado mediante este sistema los depósitos de Vilagarcía de Arousa y de Portas, mientras que para el suministro de O Grove, se bombea agua desde Sanxenxo, que se abastece del río Lérez. El consejero de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, mantendrá esta mañana una reunión con los alcaldes de estas localidades. La Xunta está en contacto también con las cofradías de pescadores.
El fuego en la planta de Brenntag se originó sobre las dos y media de la tarde por causas que aún no han sido esclarecidas aunque de naturaleza aparentemente accidental. Según las primeras hipótesis, el incendio se desató cuando un operario manipulaba un bidón de un disolvente llamado tolueno. Varias viviendas tuvieron que se desalojadas ayer por el fuego, al tiempo que la localidad gallega quedaba cubierta por densas columnas de humo y gas. Las autoridades pidieron a los ciudadanos que no salieran de sus casas para no exponerse a las emanaciones. El incendio ya ha sido controlado, pero la planta de la empresa Brenntag ha quedado totalmente destruida. El consejero Vázquez ha apuntado que la "responsable clara" de esta situación es la empresa, que será sometida a una investigación y a la que se exigirán responsabilidades.
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