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Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia

El jurado valora de la congregación religiosa galardonada "su excepcional labor social y humanitaria en apoyo de los desfavorecidos"

La congregación religiosa Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl ha ganado hoy el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2005 al imponerse en las últimas votaciones a la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y a la Organización Internacional del Trabajo, que eran las otras dos candidaturas finalistas. El jurado ha concedido el galardón a esa congregación "por su excepcional labor social y humanitaria en apoyo de los desfavorecidos, desarrollada de una manera ejemplar durante cerca de cuatro siglos" y "por su promoción, en todo el mundo, de los valores de la justicia, la paz y la solidaridad".

A este galardón optaban cincuenta y cinco candidaturas de diecisiete nacionalidades y es el último en concederse este año de los ocho premios internacionales que convoca anualmente la Fundación Príncipe de Asturias, que alcanza en 2005 su XXV edición. Cada uno de los ocho galardones está dotado con 50.000 euros, la escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos premios y un diploma y una insignia acreditativos.

Una portavoz de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en Madrid, sor Ángeles, ha dicho que el premio es "una llamada a seguir trabajando por los más desfavorecidos y pobres del mundo", así como un reconocimiento a "las hermanas que han dado su vida" en favor de los valores de la justicia y la paz. Sor Ángeles ha expresado la "gran alegría y gozo" que supone el galardón, que ha confiado contribuya a motivar a las generaciones más jóvenes a unirse a la labor que desempeñan las hermanas "a lo largo y ancho del mundo", sobre todo en América Latina, África y Asia. Pese a reconocer que actualmente los valores de la solidaridad no están al alza sino "en crisis, ya que domina el egoísmo y el individualismo", la portavoz ha subrayado que hay jóvenes "empeñados en luchar y siguen aumentando poco a poco las vocaciones", fundamentalmente en los países en vías de desarrollo.

La hermana ha expresado su deseo de que la dotación económica del premio se destine a los proyectos de la congregación religiosa, entre los que ha citado el hogar que atiende a los niños que quedaron huérfanos tras el tsunami en el sureste asiático, en diciembre de 2004.

Más de 20.000 monjas en 93 países

Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl es una congregación internacional fundada hace 372 años y compuesta por más de veinte mil monjas que trabajan en 93 países en proyectos de desarrollo y ayuda a personas marginadas.

La congregación fue fundada en Francia el 29 de noviembre de 1633 por San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, y el 8 de junio de 1668 recibió la aprobación pontifical del Papa Clemente IX. Durante los siglos XVII y XVIII las hermanas desarrollaron su labor solidaria en Francia y Polonia; a España llegaron las primeras monjas de esa congregación en 1790 y, en el siglo XIX, se hicieron presentes en casi todos los países de Europa y América Latina, además de en países de América del Norte, Asia, África y Oceanía.

Conocidas en muchas partes del mundo como las Hermanas de los Pobres, en España hay 6.400 miembros de esta congregación que prestan servicios en el campo de la sanidad, la educación, la obra social, la atención a ancianos y los hogares infantiles. En todo el mundo, la congregación la integran 21.536 monjas repartidas en 2.491 comunidades, que se sitúan en 93 países de los cinco continentes.

En noviembre de 2003, el Papa Juan Pablo II beatificó a la monja francesa Rosalie Rendu (1786-1856), destacada impulsora de la compañía, cuya casa madre está en París y dirigida en la actualidad por el Padre Gregory G. Gay y por la Madre Evelyne Franc.

La Fundación Príncipe de Asturias recibió más de 40.000 cartas y firmas de apoyo de todo el mundo a la candidatura de las Hijas de la Caridad, remitidas desde los cinco continentes por Internet, fax, correo postal y servicio de mensajería.

Monjas y voluntarios esperan la llegada de personas necesitadas que comen en la <i>Cocina económica</i> de Oviedo que gestionan hermanas de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Monjas y voluntarios esperan la llegada de personas necesitadas que comen en la Cocina económica de Oviedo que gestionan hermanas de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.EFE

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