Muere a los 59 años el 'Papa Clemente', creador de la Iglesia del Palmar de Troya
Clemente Domínguez, sevillano de 59 años, falleció la pasada madrugada en Utrera
Clemente Domínguez Gómez, el autoproclamado "Papa Gregorio XVII de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz", ha muerto en la localidad sevillana de Utrera, en cuya pedanía del Palmar de Troya se levanta el templo de esta congregación religiosa.
Según han informado fuentes del Registro Civil de Utrera, el fallecimiento tuvo lugar la pasada madrugada y la congregación ya ha solicitado una licencia de enterramiento.
Clemente Domínguez, sevillano de 59 años, fue ordenado obispo el 11 de enero de 1976, mediante unos ritos al margen de la liturgia católica, por el arzobispo vietnamita Pedro Martin Ngo-Din Thuc, el mismo que le había hecho sacerdote el 31 de diciembre de 1971.
Nacido en Sevilla el 29 de abril de 1946, Clemente Domínguez fue el producto de una infancia y juventud difíciles, marcadas por las fugas del domicilio paterno y, según confesión de su propia madre, por unas facultades mentales perturbadas que le hicieron también librarse del servicio militar a causa de una epilepsia. Su peculiar forma de llevar la contabilidad le hizo abandonar una compañía de seguros en la que trabajó fugazmente antes de emprender junto a Manuel Alonso Corral, su secretario de estado, su "camino de santidad" inmortalizado por el cantautor granadino Carlos Cano en su copla Clemente, no te quedes con la gente.
El 30 de septiembre de 1969, Clemente afirmó haber tenido una visión de la Virgen, en el lugar llamado Palmar de Troya, y en 1970 se estigmatizó, haciendo así que las autoridades eclesiásticas le enviaran dos comunicados en los que desautorizaban esos supuestos fenómenos sobrenaturales. El 27 de agosto de 1978, Clemente Dominguez Gómez afirmó haber recibido un mensaje de la Virgen, en el que le mandó convertirse en Papa y ese día se autoproclamó máximo pontífice, con el nombre de Gregorio XVII.
Nada más proclamarse Papa, empezó a editar una serie de "Documentos Papales", por los que canonizó a Franco, José Antonio Primo de Rivera, Don Pelayo i Cristóbal Colón, entre otros. También hubo "excomuniones", entre ellas las de la Familia Real española. Además, se le podía ver en espectáculos como corridas de toros o la Feria de Sevilla, en la que se le veía rodeado de su corte de sotanas y en la que era objeto de las mofas y risas que han acompañado su existencia desde los comienzos del Palmar.
En el mismo sitio donde recibió el mensaje de la Virgen, erigió la espectacular Basílica del Palmar, gracias a las aportaciones económicas de sus seguidores, que hicieron que al cabo de los años se convirtiera en una fortaleza amurallada a la que sólo se podía acceder en momentos muy concretos y siempre vestido con el recato pretrentino de la orden.
Entre sus últimas ocurrencias, "Gregorio XVII" anunció hace unos años que la crisis económica de su congregación religiosa le obligó a vender las joyas de la virgen, a renunciar a sus relaciones sexuales y al milagro de recuperar la visión. Sin embargo, la Basílica del Palmar, que tiene construidas ocho de sus doce torres de más de 40 metros de altura, sigue manteniendo actividad.
El "Papa Clemente" estaba ciego a consecuencia de un accidente de automóvil, sufrido en mayo de 1975 en la autopista Bilbao-Behovia.
Probablemente, el "Papa Clemente", al igual que el resto de los miembros de su orden, será enterrado en el templo de los "Carmelitas de la Santa Faz" en el Palmar de Troya.
El 4 de enero de 1988, el Tribunal Supremo dictó una sentencia por la que se permitía la inscripción de la "Iglesia Cristiana Palmeriana" en el Registro de Asociaciones Religiosas.
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