Los astronautas de la ISS realizan una caminata espacial de cinco horas
Se trata de la primera salida de Leroy Chiao y Salizhán Sharípov en sus tres meses y medio de misión
Los tripulantes de la Estación Espacial Internacional (ISS, en sus siglas en inglés), el estadounidense Leroy Chiao y el ruso Salizhán Sharípov, han llevado a cabo hoy una caminata espacial de más de cinco horas para instalar nuevos equipos en el módulo ruso Zvezdá.
Chiao y Sharípov han salido por la esclusa Pirs a las 8.41 hora española, con un retraso de 19 minutos, y han permanecido en el exterior de la ISS cinco horas y media, según ha explicado un portavoz del Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia a la agencia oficial rusa Itar-Tass. El retraso en la salida se ha debido a que se demoraron más de lo previsto en ponerse los trajes espaciales rusos Orlán-M, de 130 kilogramos de peso.
Esta caminata es la primera para Sharípov y la quinta para Chiao, quien realizó sus cuatro anteriores desde transbordadores estadounidenses. Además, es la primera de ambos en sus tres meses y medio de misión en la Estación Espacial. El portavoz ha subrayado que Chiao y Sharípov han concluido todos los trabajos previstos y que se encuentran en "perfectas condiciones" tras regresar a la ISS a las 13.46 hora española. La caminata espacial no ha podido verse por televisión en los centros de control de Korolióv (Rusia) y Houston (Estados Unidos) durante los primeros minutos por un fallo en una antena estadounidense destinada a las trasmisiones de imágenes desde la ISS.
El objetivo del paseo
"El CCVE ha mantenido comunicación radial permanente con los cosmonautas durante la caminata y la falta de imágenes televisivas no afecta a la realización de las labores previstas", ha explicado el portavoz, que ha informado después de que la imagen se ha restablecido. La misión de los cosmonautas ha consistido en instalar en el módulo ruso Zvezdá el brazo robótico ROKVISS fabricado por científicos del Instituto de Robotrónica y Mecánica Electrónica de Oberpfaffenhofen (Alemania).
El ROKVISS (Robotic Components Verification on ISS), de 50 centímetros de largo, está integrado por dos brazos automáticos articulados con pinzas en sus extremos y dos cámaras de vídeo. El aparato, con un costo de 11,5 millones de euros, permitirá realizar labores fuera de la ISS sin que participen cosmonautas y puede ser controlado por los tripulantes a bordo o por especialistas desde un centro de mando en la Tierra.
Una vez concluida la instalación del ROKVISS, los cosmonautas han instalado y desmontado varios elementos en el marco del experimento Biorisk para comprobar el efecto de la radiación en diferentes tipos de materiales.
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