La CBS despide a cuatro directores de informativos por el reportaje falso sobre la 'mili' de Bush

El programa de reportajes 60 minutos, espacio estrella a nivel informativo de la cadena de televisión estadounidense CBS, presentó el pasado 8 de septiembre unos documentos que probaban que el presidente, el republicano George W. Bush, por entonces candidato a la reelección ante el demócrata John Kerry, se había beneficiado de contactos en las altas esferas para acortar su servicio militar en Tejas. Por desgracia para el programa y para su presentador, el veterano Dan Rather, los papeles resultaron ser una falsificación realizada por un militante demócrata. Rather pidió perdón en antena "directa y personalmente" por su "error de juicio". Meses después anunciaba su retirada para marzo, a los 73 años y tras cumplir 24 al frente del programa.

La CBS ha hecho saber hoy que no será el único al que afecte aquel "error de juicio", que empañó la carrera de Rather y en cierto modo forzó su retiro quizá anticipado. Cuatro periodistas de los servicios informativos de la CBS, entre ellos tres jefes, deberán abandonar su puesto tras conocerse las conclusiones de un informe encargado por la cadena de televisión a dos jueces independientes (el ex fiscal general del Estado Dick Thornburgh, republicano, y el director ejecutivo de la agencia de noticias The Associated Press).

Las cuatro personas a las que se ha exigido su dimisión son Betsy West, vicepresidente de la CBS y supervisora de los programas informativos en las franjas de mayor audiencia; Josh Howard, productor ejecutivo de 60 minutos; y la segunda de éste, Mary Murphy. La productora de aquel reportaje, Mary Mapes, fue despedida.

El informe conocido hoy concluye que el equipo de informativos no siguió los principios básicos del periodismo a la hora de realizar aquel reportaje, y luego reaccionó con una defensa "rígida y ciega" del mismo. ¿Por qué se lanzaron a tumba abierta sin verificar la historia? Según el informe, por el "entusiasmo miope" de tener tamaña exclusiva, por cierto a menos de un mes de las elecciones —que ganó Bush de calle—.

¿Qué pasó en realidad? Pues una verdadera "tormenta perfecta" a nivel periodístico. "La combinación de un equipo de gestión nuevo, el prestigio del productor y el presentador, la presión de la competencia y la creencia entusiasta en que el reportaje era verídico ha llevado a muchos a abandonar algunos principios periodísticos fundamentales", explican los autores del informe, según informa en su página de Internet la CBS.

El informe incluye además una serie de recomendaciones para que esto no vuelva a ocurrir: designar a un supervisor que vigile que se cumplan los estándares periodísticos y que dependa directamente del jefe de informativos, cuyo trabajo consistiría en investigar los reportajes, documentos y fuentes anónimas; cambiar la atmósfera de trabajo para que la presión por llegar antes que la competencia no propicie este tipo de errores de juicio; dar a conocer a los jefes la identidad de las fuentes confidenciales; y elegir siempre a jueces independientes para que analicen cualquier reportaje cuya veracidad haya sido puesta en cuestión.