UNICEF denuncia que la mitad de los niños carece de los elementos esenciales para sobrevivir

En el mundo hay 2.200 millones de niños. Más de la mitad de ellos sufren graves privaciones —uno de cada tres no tienen acceso a agua potable— por culpa de la guerra, el sida y la pobreza. En concreto, más de la mitad de los muertos en un conflicto bélico son niños. "Y la guerra no surge de la nada. Tenemos que aceptar responsabilidad por el hecho de que millones de niños sufren cuando vamos a la guerra", ha apostillado hoy en Londres Carol Bellamy, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) , durante la presentación del informe anual de esta organización.

Los niños viven amenazados en muchísimos lugares, pero no por razones misteriosas sino por elecciones deliberadas de los gobiernos, según ha explicado Bellamy. Y en ese sentido es terminante: "La guerra no tiene beneficios a corto o medio plazo para los pequeños". Por si fuera poco, la pobreza y el sida también hacen estragos entre los menores de edad. La pandemia ha dejado a más de 15 millones huérfanos en todo el mundo.

Las "graves privaciones" que sufre la mitad de los niños son una vivienda adecuada, saneamiento, alimentos y agua potable, y acceso a la información, a los servicios sanitarios y a una educación escolar. Según el presidente del comité de Catalunya de UNICEF, Víctor Soler-Sala, más de 1.000 millones de niños y niñas padecen la falta de al menos uno de estos elementos "esenciales para sobrevivir, crecer y desarrollarse".

A Bellamy no le duelen prendas en afirmar que, pese a que "no hay duda de que se han hecho progresos", "con la mitad de todos los niños aún sin niñez está claro que fracasamos en alcanzar nuestros propósitos", 15 años después de la firma de la Convención sobre los Derechos del Niños, "que estableció un nivel básico, universal, de una niñez saludable, protegida y decente para cada ser humano". En su informe, UNICEF recuerda que 140 millones de niños no han ido nunca a la escuela y 90 millones sufren graves privaciones de alimentos. En 2003, 10,6 millones murieron antes de cumplir los cinco años. Según UNICEF, la mayoría de estas muertes pudo evitarse, pero falto "voluntad política" y entre 40.000 y 70.000 millones de dólares invertidos hasta 2015.