La primera misión lunar europea llega hoy a su destino después de un viaje de 13 meses

Europa se acerca por primera vez a la Luna. La primera misión de la Agencia Europea del Espacio (ESA) a la Luna, denominada Smart-1 y propulsada por energía solar, llegará esta madrugada a la órbita lunar después de 13 meses de singladura. La Smart-1 fue lanzada el 27 de septiembre de 2003 en un cohete Ariane desde la base de Kuru en la Guayana francesa. La Smart-1 comenzará a investigar la superficie lunar en enero de 2005.

La ESA ofrecerá mañana, martes, una rueda de prensa en su sede de control de Darmstadt (oeste de Alemania) para proporcionar detalles de esta maniobra de entrada en órbita. Posteriormente, la pequeña nave se aproximará poco a poco hasta el satélite de la Tierra para empezar a estudiarlo a mediados del próximo enero y durante seis meses. La Smart-1 ha realizado un viaje a la Luna en forma espiral a la órbita de la Tierra y sigue un trayecto más largo que el convencional y directo, que sólo dura unos días.

La Smart-1, abreviatura en ingles de Small Missions for Advanced Research and Technology, es la primera misión de una serie que pretende probar nuevas tecnologías que posteriormente la ESA usará en otras misiones científicas planetarias mayores. Por ejemplo, en vez de la propulsión directa del cohete, la sonda utiliza propulsión solar eléctrica, lo que reduce el tamaño y el coste del combustible y los sistemas de propulsión y permite incorporar más instrumentos científicos.

100 millones de euros

Además, con esta misión se probarán nuevas tecnologías en comunicación en el espacio profundo en bandas X y Ka, un ordenador para determinar la posición de la misión en el espacio de forma autónoma y una batería de iones. La sonda también lleva a bordo una cámara llamada AMIE que permitirá a los científicos estudiar la topografía de la Luna y la textura de su superficie desde diferentes ángulos y bajo diferentes condiciones de luz. Además, esta cámara proporcionará nuevas pistas de la evolución de la superficie lunar.

Uno de los objetivos de la misión es conocer el origen la Luna, con la que la Tierra comparte 4.000 millones de años de vida. Entre los trabajos científicos de esta misión lunar destacan un barrido con espectrómetro de infrarrojos de los materiales, la búsqueda de agua y dióxido de carbono en los cráteres de la zona de sombra, y un mapa global de la composición química de la Luna. Los astronautas estadounidenses y soviéticos trajeron muestras de rocas lunares procedentes de la región ecuatorial, que tienen una

historia geológica diferente a la de la región que investigará la Smart-1.

El coste de este viaje a la Luna es de unos 100 millones de euros (129 millones de dólares), que salen de las arcas de la ESA, a la que contribuyen sus 15 países miembros. Las últimas teorías apunta que la Luna es el resultado de una colisión durante el nacimiento del Sistema Solar hace 4.500 millones de años, según explica la ESA. La agencia añade que cuando la Tierra estaba formada casi completamente, un asteroide gigante del tamaño de Marte pudo colisionar con nuestro planeta, arrojando al espacio rocas vaporizadas y restos de los dos cuerpos celestes, que en algunos casos se solidificaron en una órbita alrededor de la Tierra creando la Luna.