La reunión de la Comisión Ballenera arranca hoy con la amenza de un aumento de las cuotas de caza
Los países balleneros podrían obtener la mayoría simple
La Comisión Ballenera Internacional (CBI) inicia hoy en Sorrento, Italia, su 56 reunión anual, con el reto de mantener los avances conservacionistas logrados en los últimos años y amenazados por el bloque a favor de la caza, con Japón Noruega e Islandia a la cabeza, que puede obtener por primera vez una mayoría simple y abrir las puertas al aumento de las cuotas de caza.
Para levantar la moratoria sobre caza de ballenas, impuesta en 1986, se requiere el voto de las tres cuartas partes de los 57 países miembros y este año una mayoría de la denominada facción ballenera abriría las puertas al aumento de las cuotas en los programas de "caza científica" que sirven de escudo a varias naciones para continuar con la pesca. Hace cuatro años eran nueve los países a favor de la caza, en 2001 pasaron a ser 15, en 2003 ascendieron a 21 y, si se cumplen las previsiones, este año podrían llegar a superar la mitad, fijada en 29.
Compra de votos
Organizaciones ecologistas como Greenpeace y el propio WWF han denunciado que el respaldo a los balleneros es resultado de la campaña de "compra de votos" en la que se ha embarcado Japón en los últimos años y que consiste en la financiación a nuevos miembros, a través de sus programas de cooperación, para obtener su respaldo en la CBI. En 1993 la Agencia Pesquera de Japón "sólo" financiaba a cuatro países, que pasaron a ser siete en 1997, una decena en 2001 y actualmente ascienden a una quincena, según Greenpeace.
Los votos de estos miembros, junto con los de otros como Noruega, Islandia, China, Corea y Rusia, que habitualmente se alinean con las tesis japonesas por intereses económicos, han llevado al llamado bloque ballenero a las puertas de la mayoría en el organismo que regula la caza de los grandes mamíferos marinos. Japón ha esgrimido el argumento de la "investigación científica" para pescar mas de 8.000 ballenas, entre las que se encontraban especies en peligro de extinción, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
La CBI actuó durante sus primeros quince años de vida como un "club ballenero" y apenas estableció limites de pesca, por lo que en temporadas como la de 1961 y 1962 se llegaron a matar mas de 66.000 ballenas, gran parte de ellas en aguas de la Antártida. Aunque en las décadas de los 60 y los 70 de produjeron algunos avances, no fue hasta 1982 cuando se dio un paso decisivo con el voto de la CBI a favor de la moratoria sobre la caza comercial de ballenas, que entró en vigor cinco años más tarde.
En las ultimas décadas se han registrado otros progresos con acuerdos como el de la denominada iniciativa de Berlín, adoptada el pasado año en la capital alemana, que prevé el establecimiento de un comité de conservación que integre en la estructura institucional de la CBI la protección de los cetáceos, especialmente de las siete especies grandes de ballena en peligro de extinción. Este proyecto también podría sufrir un fuerte varapalo, si los países balleneros se oponen este año al establecimiento formal de dicho comité, lo que según el WWF supondría "un retroceso de más de una década" en la lucha por la conservación de los cetáceos.
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