El Senado frena la propuesta de Bush para que la Constitución prohíba los matrimonios gay
El presidente había apostado por enmendar la Ley Fundamental para contentar a las bases republicanas y dividir a los demócratas
El Senado de Estados Unidos ha rechazado una propuesta apadrinada por el presidente, George W. Bush, para añadir una enmienda a la Constitución que limitara el matrimonio a las parejas heterosexuales. El rechazo de la Cámara Alta frenará esta modificación constitucional al menos durante este año; el próximo 2 de noviembre se celebran elecciones presidenciales.
"La defensa del matrimonio requiere una enmienda constitucional", afirmó el pasado 24 de febrero Bush, preocupado por la decisión del Tribunal Supremo de Massachusetts, que el pasado otoño pidió al Parlamento de ese Estado que resuelva la discriminación inconstitucional que supone que dos personas del mismo sexo no puedan contraer matrimonio, y por la decisión del alcalde de San Francisco, Gavin Newson, de permitir —en contra de las leyes estatales— que su Ayuntamiento otorgue licencias de matrimonio a homosexuales, formando una cola de parejas ante sus puertas para aprovechar la oportunidad.
"Después de más de dos siglos de jurisprudencia en EE UU y de mil años de experiencia en la humanidad, unos cuantos jueces y autoridades locales quieren cambiar la institución fundamental de la civilización", dijo entonces Bush. Para añadir una enmienda a la Constitución —que ya tiene 27— es preciso el respaldo de dos tercios de ambas Cámaras y tres cuartas partes de los Estados.
Sin embargo, Bush dejaba abierta la posibilidad a que los Estados abrieran la mano: "La enmienda debería proteger el matrimonio y dejar libertad, al mismo tiempo, para que el poder Legislativo de cada Estado tome sus decisiones sobre otros acuerdos legales que no sean el matrimonio". En el Estado de Vermont entró en vigor en julio de 2000 la Ley de Uniones Civiles, que permite que haya parejas del mismo sexo; en California existe desde hace dos años la Ley de Parejas, y otros Estados discuten propuestas similares. Pero son leyes que no incluyen derechos y beneficios federales y que están limitadas por la territorialidad: Nebraska no reconocerá los derechos de una pareja de Vermont que se traslade a vivir allí. Por otra parte, 38 Estados han aprobado leyes contrarias al matrimonio homosexual.
La iniciativa de Bush tiene un claro tinte electoral: satisface a la base religiosa del partido republicano —una tercera parte de su electorado— y a la población conservadora de los Estados sureños. Además, el presidente confiaba en sembrar la confusión entre los demócratas, divididos al respecto de este tema. El candidato demócrata, John Kerry, ha defendido las uniones civiles, pero no el matrimonio de homosexuales; su compañero de candidatura, John Edwards, más conservador que Kerry, también está en contra y es favorable a que los Estados lo resuelvan como California o Vermont.
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