La lluvia obliga a suspender cinco de las seis procesiones de la 'madrugá' de Sevilla

La lluvia ha truncado la madrugá del Viernes Santo de Sevilla, que ha resultado atípica y trianera, ya que la Hermandad de la Esperanza de Triana ha sido la única de las seis cofradías que ha hechoestación de penitencia en una noche que comenzó con lluvias y que terminó con claros. La Macarena, El Gran Poder, El Silencio, Los Gitanos y El Calvario se han tenido que quedar en sus templos, en algunos casos por primera vez en más de cien años, entre grandes muestras de decepción y tristeza.

La Esperanza de Triana, que lleva 147 años sin dejar de salir por la lluvia, ha decidido al filo de las tres de la madrugada, con una hora de retraso sobre su horario, hacer su estación de penitencia porque la lluvia ya había remitido, un anuncio que ha sido recibido con aplausos por los miles de fieles que se agolpaban en los alrededores de la capilla de los Marineros. Dos horas antes y una tras otra, el resto de las cofradías tomaban la decisión de no salir. Así, la hermandad de El Silencio, que tenía programada su salida poco después de la una, ha sido la primera en comunicar su decisión.

Pocos minutos después, la junta de gobierno de El Gran Poder, conocido como Señor de Sevilla, ha anunciado que tampoco saldría debido a la lluvia, que puede dañar las valiosas imágenes de las cofradías. Asimismo, la Hermandad de la Macarena, que debía salir a las 0.30, anunció en principio que retrasaba la decisión sobre su salida una hora, si bien las puertas de la basílica, en torno a la cual se encontraban desde antes de medianoche miles de personas, se abrió y desde la calle podía verse la imagen bajo palio de la Virgen de la Macarena, una de las más populares de la Semana Santa hispalense. La decisión final de la hermandad de no salir se ha tomado en torno a la 1.15, lo que supone una circunstancia histórica, ya que la Virgen de la Macarena no había dejado de salir en procesión cada noche del Viernes Santo desde 1969.

Las lágrimas de los nazarenos

Las cofradías de Los Gitanos, la única que dejó su templo abierto durante toda la noche, y El Calvario, que llevaba 32 años de salidas ininterrumpidas, tampoco han procesionado, pese a la tristeza de sus cofrades. Los cerca de 8.000 nazarenos, centenares de costaleros y decenas de músicos y miles de mantillas, que estaban preparados para desfilar con estas cinco hermandades, han recibido la noticia con lágrimas en los templos de las cofradías, al igual que las decenas de miles de sevillanos y turistas que habían salido a la calle para ver estos pasos.

Finalmente, ha sido la Esperanza de Triana la única hermandad que llena las calles de Sevilla en esta Madrugá. La cofradía ha dedicado las primeras "levantás" del Cristo de las Tres Caídas y de la Virgen de la Esperanza de Triana a las otras cinco hermandades y el hermano mayor, Ramón León, ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que "faciliten la labor de cumplir" los horarios. Pese al retraso, las imágenes han llegado a la carrera oficial a la hora prevista, pasadas las cinco de la madrugada.

Pasadas las cinco de la madrugada, a su llegada a la Campana -punto que marca el inicio de la carrera oficial de Sevilla-, el palio de la Virgen de la Esperanza de Triana ha sido recibido con una lluvia de pétalos de rosas desde los balcones, y por una auténtica multitud, ya que se ha decidido abrir la carrera al público debido a la ausencia de buena parte de los abonados a las sillas. La Esperanza de Triana, sobre más de 80 costaleros, no regresa a su capilla de los Marineros hasta las 14.00 horas, aunque si se cumple el pronóstico meteorológico, que anuncia más lluvias, podría tener que cobijarse en la Catedral o en algún otro templo cercano.