Pekin lanza cañonazos de yoduro de plata para provocar lluvias artificiales contra el calor
Este método es casi infalibel y no representa ninguna amenaza para el medio ambiente, según los científicos chinos
Pekín vive uno de los veranos más lluviosos de su reciente historia en medio de la terrible ola de calor que asuela el país, gracias a los cañonazos de yoduro de plata que lanza contra los frentes nubosos. Este expeditivo método ideado por un equipo de meteorólogos provoca aguaceros de manera artificial.
Este método es casi infalible, según la Academia China de Ciencias Meteorológicas (ACCM), y ha colocado a Pekín en una situación de ventaja con respecto a otras ciudades del hemisferio norte, víctimas de una ola de calor que ha ahuyentado a miles de turistas.
El sistema no podía ser más simple: lanzar los cilindros metálicos de yoduro de plata desde un cañón de gran calibre, en forma de obuses o introducidos en cohetes, contra la posición indicada con anterioridad por los meteorólogos donde se localizan los frentes nubosos. Algunos ayuntamientos utilizan también aeroplanos para llevar los cilindros de yoduro hasta el mismo corazón de las nubes.
Método barato
El yoduro de plata es muy barato -12 dólares por contenedor- y "no representa ninguna amenaza para el medio ambiente circundante", asegura Zhang Jihuai, profesor de Meteorología adscrito a la ACCM. Además, debido a la pequeña cantidad que se utiliza en cada disparo, no altera en absoluto la composición del aire que los pequineses respiran, según los especialistas.
A diferencia de la mayoría de ciudades del hemisferio norte, Pekín, cuyo clima se podría definir como continental, registra este verano la mitad de precipitaciones que son habituales. Una de las principales causas de la reducción de las lluvias en
esta región es la campaña de tala indiscriminada de bosques protagonizada por los Guardias Rojos y ordenada por Mao Zedong durante la Revolución Cultural (1966-76).
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