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Los médicos encuentran problemas al separar los cerebros de las siamesas iraníes

Los neurocirujanos concluyeron con éxito la separación de los cráneos

Los más de cien especialistas que forman el equipo médico que intenta separar a las dos siamesas iraníes en un hospital de Singapur se han encontrado con complicaciones en la fase más crítica de la operación, cuando tienen que separar los cerebros, después de culminar con éxito la escisión de los cráneos que ambas compartían.

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Durante la segunda jornada de la intervención, los neurocirujanos han descubierto que los cerebros de las dos hermanas iraníes estaban unidos más estrechamente de lo que pensaban, según ha declarado a la prensa Prem Kunar Nair, portavoz del Raffles Hospital, donde tiene lugar la operación. Esto significa que la intervención para separar a Ladan y Lalah Bijani, de 29 años, deberá durar más tiempo de lo previsto, según indicó Nair.

De momento, los médicos han extraído una vena de la pierna derecha de una de ellas para utilizarla como sustitutivo de la arteria principal, que es del tamaño de un dedo, aunque no han revelado en cuál de las hermanas ha sido utilizada. Colocado el puente o by-pass, la operación de separar los dos cerebros ha comenzado a la caída de la tarde en Singapur.

Fuentes hospitalarias han pronosticado que este procedimiento puede durar entre 8 y 10 horas, ya que se trata de separar cada uno de los vasos y venas sanguíneos que comparten los cerebros de las dos mujeres.

Antes de la intervención, que podría costar la vida a Ladan y Laleh Bijani, de 29 años, ha presentado problemas cuando los cirujanos han empezado a abrir el cráneo compartido y han encontrado huesos más duros y compactos de lo esperado.

La laboriosa tarea de mantener a las siamesas en posición sentada en la mesa de operaciones también se ha cobrado más tiempo del calculado en un principio. En todo caso, la compleja operación no se espera que concluya antes de mañana al mediodía. "No tenemos prisa ni una fecha tope. Aunque dijimos a todo el mundo que terminaríamos en 48 horas, no debemos correr para cumplirlo", ha insistido el portavoz del equipo médico, doctor Prem Kumar Fair.

Reacción positiva de las siamesas

Uno de los doctores ha dicho que, pese a que la operación progresa con lentitud, no existe razón de alarma y las pacientes están reaccionando positivamente a la cirugía. Ha añadido que el estado de las siamesas es estable y el ambiente en el quirófano, donde se trabaja al son de música clásica, es de calma.

La separación maratoniana que realizan los especialistas dirigidos por el neurocirujano Keith Goh desde el domingo por la mañana conlleva un alto riesgo para las siamesas. Una o las dos podría morir o salir del quirófano con daños cerebrales que les impedirían hacer una vida normal.

El rechazo de los médicos alemanes

Ladan, licenciada en Derecho por la Universidad de Teherán, desea ejercer de abogada en su ciudad natal, Shiraz, y Laleh quiere dedicarse al periodismo. Hace siete años acudieron a un equipo de especialistas en Alemania para que las separaran, pero después de numerosos exámenes descartaron la operación debido al riesgo que suponía para las pacientes. El principal escollo lo constituía la citada arteria cerebral que comparten y que hacía que la intervención pusiera en peligro, en un 50%, la vida de una de las dos.

La negativa no desanimó a las hermanas y el pasado mes de noviembre llegaban a Singapur para tratar de convencer al neurocirujano Keith Goh, el mismo que separó a los bebés nepalíes Ganga y Jamuna Shrestha, unidos por la cabeza, en 2001.

El coste de la operación, bautizada como Esperanza, ronda los 250.000 euros, aunque ni el hospital ni el equipo médico cobrarán por llevarla a cabo. Si las mujeres sobreviven a esta complicada intervención, les aguarda un largo periodo de rehabilitación en el que tendrán que superar las secuelas físicas.

Radiografía de los craneos de las siamesas iraníes, hecha pública ayer por los médicos que las operan en Singapur.
Radiografía de los craneos de las siamesas iraníes, hecha pública ayer por los médicos que las operan en Singapur.EPA

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