Los hospitales catalanes dejarán de operar el martes si no reciben más sangre
El Vall d'Hebron de Barcelona, que habitualmente tiene una reserva de unas 4.000 bolsas de sangre, cuenta hoy con unas 2.500 que no son suficientes
Los hospitales catalanes suspenderán operaciones quirúrgicas no urgentes a partir del próximo martes si no aumentan las donaciones de sangre. El llamamiento que los responsables de los bancos de sangre hicieron hace una semana para que los catalanes donaran antes de las vacaciones no ha logrado incrementar las existencias de líquido sanguíneo para cubrir las necesidades del verano.
El banco de sangre del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, que suministra a todos los hospitales públicos de la Generalitat y habitualmente tiene una reserva de unas 4.000 bolsas de sangre, cuenta hoy con unas 2.500 bolsas, según ha informado a Europa Press el presidente de la Comisión Asesora para la Donación de Sangre de la Conselleria de Sanidad, Joan Profitós.
Si en los próximos días la gente no se decide a ir a los hospitales para hacer donaciones, el banco de sangre del Hospital Vall d'Hebron, el de más capacidad de Catalunya, "únicamente tendrá 2.000 bolsas y esto se 'consume' en tres días", ha advertido Profitós. La estabilización de las donaciones y el incremento de un 6% de la actividad quirúrgica respecto al mismo período del año pasado "ha provocado esta situación",ha señalado el especialista.
Para dar respuesta al incremento en el ritmo de intervenciones "serían necesarias otras 18.000 bolsas", ha asegurado Profitós, quien ha recordado que el año pasado se obtuvieron 234.000 unidades.
El objetivode los hospitales catalanes es alcanzar las 250.000 bolsas de sangrea finales de 2002, algo que Profitós ha calificado de "díficil".
60.000 donantes
Catalunya cuenta actualmente con unos 60.000 donantes habituales, una cantidad que todavía no es suficiente para los más de seis millones de habitantes de la comunidad. El índice de donación de sangre del año pasado en Catalunya fue de las 38,5 donaciones por mil habitantes, dos puntos menos que en 2000.
Los motivos de esta reducción son la estabilización de las donaciones, acompañada de un incremento de la demanda de sangre debido al envejecimiento de la población y la introducción de nuevas intervenciones que hacen necesaria una gran cantidad de líquido sanguíneo.
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