La decisión sobre la lapidación de la nigeriana Amina Lawal se aplaza al lunes

Un tribunal de apelación del estado de Katsina, al norte de Nigeria, ha aplazado hasta el próximo lunes la revisión del caso de Amina Lawal, condenada por la sharia o ley islámica a morir lapidada por quedarse embarazada siendo divorciada.

Según fuentes cercanas a la defensa, el tribunal se ha limitado a recoger los documentos que concernían al procedimiento judicial que les remitieron los representantes legales de la condenada, en libertad y que cuenta con el apoyo financiero de varios grupos de defensa de los derechos humanos.

En apenas dos días, Amnistía Internacional (AI) ha recogido 60.000 firmas contra la sentencia que condena a la nigeriana Amina Lawal a morir.

Las fuentes han recordado que aún cuando la corte ratifique el próximo 3 de junio la sentencia, los abogados de la inculpada tendrán todavía derecho a presentar un nuevo recurso de apelación antes de que se procediera a la ejecución del veredicto.

La Presidencia española de la UE sigue de cerca el proceso judicial de Amina Lawal y confía en que la absolución hace unos meses de Safiya Husaine por la misma causa sirva de precedente. Fuentes diplomáticas han informado de que la UE ha pedido a sus jefes de misión en Abuja, la capital federal nigeriana, un informe de situación sobre el proceso judicial y sobre esa base se está trabajando en este momento.

Apedreada por adúltera

Amina fue sentenciada a fines de marzo a morir apedreada, tras admitir que quedó embarazada después de haberse divorciado de su esposo, lo que la convierte en una adúltera según la sharia, vigente desde hace dos años en la mayor parte del norte de Nigeria.

La procesada, de 30 años y que se casó a los 14, dijo al tribunal que, tras divorciarse a fines de 2000, mantuvo una relación sentimental con un vecino de su aldea y que sólo después de que el hombre, identificado como Yahaya Mohamed, prometiera desposarla, accedió a mantener relaciones sexuales con él.

A principios de este año, Amina dio a luz una niña, producto de sus relaciones con Mohamed, quien admitió sus vínculos amorosos con la encausada, aunque negó que los mismos incluyeran contactos sexuales.

La mujer fue detenida por sus vecinos y llevada ante el tribunal que la condenó de inmediato a morir lapidada, pero exoneró a Mohamed por "falta de pruebas".