La juez deja en libertad a la madre de la niña hallada muerta en su piscina en Utrera
Las sospechas policiales se centran en el entorno de la pequeña
La juez que investiga la muerte de una niña de 21 meses cuyo cadáver fue hallado en la piscina de su casa de Utrera (Sevilla) con signos de agresión sexual ha dejado en libertad sin cargos a la madre de la pequeña. La mujer ha declarado durante más de dos horas en el juzgado, que ha decretado el secreto del sumario.
La madre, R.V., fue detenida ayer por el Equipo de Mujer-Menor (Emume) de la Comandancia de la Guardia Civil de Montequinto y pasó a disposición del juzgado, que ha decretado el secreto del sumario. Por el momento, las sospechas policiales sobre la autoría del crimen se centran en el entorno de la pequeña en Utrera.
Según el abogado de la madre, José Manuel Benjumea, no están claras las causas de la detención de R.V. aunque la Guardia Civil ha explicado que la investigación lo requería.
Poco antes de las siete de la tarde ha finalizado la jornada en el juzgado, al que han acudido a declarar, además de los padres, los hermanos de la niña, la abuela, sus tíos, los vecinos y el hijo de éstos, que es menor de edad.
Mientras tanto, en la parroquia de San José de la localidad comenzaba a las seis y media una misa por la pequeña a la que han acudido los padres y familiares acompañados de centenares de vecinos y amigos.
El padre de la pequeña fallecida, J.L.B., ha asegurado a los periodistas a la entrada de la misa que estaba muy contento por tener a su mujer con él y que se habían sentido "engañados" por la Policía Judicial, ya que la madre acudió ayer por la tarde a declarar y ha pasado la noche en los juzgados.
J.L.B. ha repetido, al igual que la madre y la abuela de la niña, que ni la juez que investiga el caso ni ellos sospechan de nadie.
Sin sospechas
En su declaración, la madre "no culpó a nadie, ya que el entorno familiar es reducido y la familia se considera normal", según ha explicado a los periodistas su abogado, José Manuel Benjumea.
"Al trabajar los padres de la pequeña -son vendedores ambulantes- los niños necesitaban cuidados de los que se encargaban los abuelos y los tíos paternos, según ha explicado la madre en su declaración", ha añadido el abogado.
Por su parte, la abuela paterna, A. A., ha asegurado a los periodistas a las puertas del juzgado que no notó "nada raro" en la niña que le hiciera sospechar de nadie cuando la cuidaba por las mañanas.
El examen forense reveló que la pequeña no sólo no murió ahogada en la piscina, sino que sufrió una agresión sexual previa.
El cuerpo fue descubierto en la piscina por el jardinero de la urbanización Pago de las Cuevas, en la que vive la familia. Su casa es una pequeña vivienda unifamiliar, a las afueras de Utrera, en la carretera hacia Arahal.
La familia vive en una urbanización a las afueras de Utrera y tiene otros dos hijos de 11 y 8 años y comparte casa con otro matrimonio que tiene un hijo de 15 años.
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