Un 'biochip' español permitirá un mejor diagnóstico y tratamiento de los tumores

El "oncochip" es un dispositivo de ADN integrado por miles de celdillas en las que están impresas copias de genes de manera que cuando se quiere comparar un tejido sano o tumoral se vuelcan células de tejido real sobre todas y cada una de esas celdillas y mediante un sistema robotizado se obtiene la comparación.

Así, se puede averiguar, por ejemplo, qué genes predicen la agresividad de un tumor o la respuesta a un fármaco.

En cualquier tejido celular se pueden encontrar expresados hasta 15.000 genes distintos, y en el caso del cáncer, el nivel de expresión de ciertos genes en las células, es decir, su mayor o menos actividad, lo cual puede determinar el comportamiento del tumor, su agresividad y la evolución del tratamiento.

Barbacid ha señalado que el "oncochip" permitirá predecir mejor el desarrollo clínico del tumor, si va a ser muy agresivo, si va a producir metástasis, y también si va a responder a un determinado tratamiento o no.

"Se tratará de analizar en una pequeña lámina de cristal, que contiene unos 7.000 genes distintos, el patrón de expresión de esos genes en cada tumor, de manera que en un futuro pensamos que puede servir para el tratamiento individualizado de cada paciente con cáncer porque por el momento sólo se aplicará a la investigación", ha explicado.

Aplicación en cinco años

El director del Programa de Patología Molecular del CNIO, Miguel Angel Piris, ha precisado que aunque hay cierta homologación, en cada paciente el tumor es distinto, cada cáncer es muy complejo a nivel genético y para comprenderlo hay que observar miles de genes que el "oncochip" permite conocer con mayor facilidad.

No obstante, ha dicho Piris, esta técnica no tendrá aplicación clínica hasta dentro de unos 5 años, ya que por el momento beneficiará exclusivamente a los investigadores. La técnica se aplicará por tanto en grupos de pacientes seleccionados por especialistas oncólogos y por el grupo de trabajo del programa de Patología Molecular del CNIO, según ha explicado el director del centro.

Barbacid ha manifestado que el "oncochip" servirá por el momento para la investigación de tumores y ha precisado que aunque hay unas 250 formas comunes de cáncer, se están investigando las más frecuentes, como son los de mama, colorectal, pulmonar, linfomas y leucemias, y también los de riñón, vejiga y próstata.

Para esta investigación el CNIO cuenta con la colaboración de la Red Española de Bancos de Tumores, que coordina la información almacenada en hospitales sobre miles de cánceres.

El director del CNIO ha asegurado que esta tecnología puede compararse con la utilizada en los mejores hospitales del mundo y se ha podido lograr gracias a la interpretación del mapa genético humano.

Barbacid ha destacado que el biochip de ADN, que ellos han llamado en este caso "oncochip" por que lo utilizarán para la investigación del cáncer, podría servir también para investigar problemas neurovegetativos o cardiovasculares por lo que considera que es una tecnología de gran utilidad para la investigación, la ciencia y la industria farmacéutica.

Apoyo a los investigadores

A la presentación del "oncochip" ha asistido la ministra de Sanidad y Consumo, Celia Villalobos, quien ha destacado que "es la primera vez que hay un política decisiva de apoyo incondicional a los investigadores" y ha señalado que el CNIO "es la expresión del apoyo del Gobierno de Aznar a la investigación".

Villalobos cree que los investigadores españoles "han demostrado, siempre que se les ha dejado, que son capaces de desarrollar con imaginación y con esfuerzo líneas de investigación encaminadas a curar la enfermedad".

En este sentido, Mariano Barbacid ha manifestado que el CNIO está "buscando activamente" investigadores en el área de cáncer que quieran volver a España y ha dicho que esta año han pedido a la administración sanitaria que la financiación del centro "venga de un solo golpe y en los presupuestos generales del Estado".

La financiación solicitada para el CNIO ha sido de 3.592 millones de pesetas, que se prevé sirva para cubrir un 60% de las actividades del centro mientras que el resto del dinero provendrá de proyectos de investigación, contratos con la industria y patrocinios de entidades públicas y privadas.