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¿Todo vale para vender? En el universo Kardashian-Jenner, sí

En redes sociales no ha gustado la enésima estratagema publicitaria de Kendall.

kendall jenner

Se mire por donde se mire, el ‘klan’ Kardashian-Jenner es experto en venderse y vender. Con Kris Jenner la madre-manager (momager, que dicen los anglosajones) moviendo los hilos, la familia con más seguidores en Instagram fue precursora a la hora de crear engagement con sus seguidores: primero desde su programa de telerrealidad, Keeping up with the Kardashians, y después en redes sociales. Pero ese comportamiento ‘cercano’ que en 2007 era rompedor, hoy es norma entre los famosos de todo tipo o condición. Pese a los varios cientos de millones de seguidores que acumulan entre todas, las hermanas han sido vencidas en su propio tablero de juego. Sus cuentas son acusadas de poco genuinas y superadas en cercanía por las de otros muchos famosos que alardean de interacciones sin guionizar.

La última polémica la protagonizan Kris y su hija Kendall Jenner, que hace unos días calentaba a sus fans con un teaser: “Cuando tenía 14 años no podía llegar a tanta gente como la que puedo alcanzar hoy”, decía la modelo, “puedo hablar a muchos y simplemente decir: ‘Puedo ayudaros y está bien’”. Un vídeo que su madre acompañaba de un ambiguo texto para generar interés: “Estoy muy orgullosa de mi querida Kendall por ser tan valiente y vulnerable. Ver cómo compartes tu historia más cruda para provocar un impacto positivo en tanta gente y ayudar a crear un diálogo positivo es testamento de la increíble mujer en la que te has convertido”, escribía acompañando el mensaje con hashtags como #bethechange (sé el cambio), #shareyourstory (comparte tu historia), #changetheconversation (cambia la conversación) o #authenticity (autenticidad). Unas etiquetas y una narrativa que en los últimos meses se han utilizado para compartir historias que buscaban romper estereotipos, abrir el debate sobre enfermedades mentales o revelar casos de acoso. El problema es que la “historia más cruda” de Kendall Jenner ha sido que padece acné. Y que no lo ha utilizado para “ayudar a crear un diálogo positivo”, sino para vender.

Más allá de que, como reflexionaba uno de sus seguidores en Twitter “sufrir acné no te hace valiente, te hace normal”, la modelo utilizaba la expectación generada para promocionar una firma cosmética que promete acabar con los granitos. Un contenido patrocinado por el que se podría estar embolsando unos 400.000 euros. En el anuncio evoca su paso por la alfombra de los Globos de Oro del año pasado, tras el que recibió críticas de sus haters por el brote de acné que le cubría la mandíbula: “Recuerdo llegar a la alfombra y sentirme muy bien: me gustaba mi vestido, el peinado, el maquillaje era tan bonito. Entonces recuerdo entrar en internet y ver todas las cosas horrorosas que la gente decía de mí y de mi piel. Me sentía tan bien que se me había olvidado completamente que tenía mala piel”, entona la maniquí con una música dramática de fondo. “Entonces recuerdo recibir algunos tweets, que luego fueron muchos, sobre cómo la gente se sentía orgullosa de mí. Y me dije: ‘Oh, espera, en realidad esto es bastante guay’. Cambió completamente mi estado”. Un mensaje empoderador que sesga inmediatamente después al intentar vender un tratamiento para acabar con el acné.

Además de obviar los faciales de varios miles de euros a los que se somete frecuentemente (de los que ha alardeado asiduamente) y achacar su buena cara en exclusiva al tratamiento (de poco más de 25 euros) Jenner se aprovecha de mensajes que invitan a aceptarse para colar un producto. En una era en la que las adolescentes por fin se atreven a mostrar sus granitos, hasta ahora escondidos bajo varios filtros, la recomendación de Kendall resulta trasnochada y muy alejada de lo que demandan sus seguidores: autenticidad e historias que ayuden realmente a aceptarse.

La quinta hija de Kris no es la única que se ha enfrentado a las críticas en redes por utilizar cualquier artimaña para embolsarse unos cuantos cientos de miles de dólares: Kim Kardashian promocionaba hace unos días unos batidos sustitutivos de comidas, duramente criticados por nutricionistas o famosas como Jameela Jamil, mientras que Kylie es imagen de unos (caros) tés detox que no han demostrado mayor eficacia que la de una infusión de herbolario.

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