Sueña en grande, vive en pequeño: las minicasas arrasan en Estados Unidos
Las ‘tiny houses’ crecen exponencialmente aupadas por la crisis, su potencial de personalización y el cuidado medioambiental. En España ya triunfan gracias a la televisión.
El tamaño no importa, tampoco en lo inmobiliario. Eso parecen pensar los miles de propietarios de las tiny houses, viviendas diminutas que están causando furor entre los norteamericanos. Cada vez son más los que han decidido vivir con la casa a cuestas, habitando en espacios de apenas 25 metros cuadrados en pos de librarse de la hipoteca, consumir menos recursos y materializar su espíritu nómada. Aunque la tendencia se remonta varios años atrás, los inversores intuyen que en 2016 se producirá el gran boom del negocio y las compañías constructoras ya tienen preparada su propia remesa de viviendas para no ser pilladas desprevenidas. Sus cualidades, las mismas que podríamos intuir en el último modelo de una tablet: más ligeras, personalizables, ecológicas, portátiles y al alcance de casi cualquier bolsillo. ¿Cuánto tardarán en conquistar España? Medio millón de espectadores ya conocen el movimiento gracias a un formato de gran éxito en Divinity. Daniel Corbí, arquitecto y gerente de Microcasas, puntualiza a S Moda la situación, aún minoritaria, en nuestro país. “Es un sector que cada vez va a más, pero con algunas inercias a tener en cuenta. La cultural, porque no estamos acostumbrados a vivir en espacios pequeños; y la legal, que va muy por detrás en este momento”.
En Estados Unidos son toda una realidad. Hace apenas unos días, el mayor proveedor de materiales de construcción del país, 84 Lumber, sorprendió a todos anunciando su primera incursión en el área de las minicasas. La nueva colección, Tiny Living, consta de cuatro modelos de viviendas móviles, tanto clásicas como contemporáneas, por debajo de los 18 metros cuadrados. “Este movimiento es más que una moda pasajera”, aseguró a Outside la vicepresidenta de marketing de la compañía, Becky Mancuso. Aunque en estados castigados por la crisis económica, como Oregón y Michigan, estas construcciones han sido una alternativa para familias con problemas económicos o para las personas sin hogar; el espectro de propietarios cada vez es más difuso.
Según una encuesta de Tiny Life, los poseedores de minicasas tienen un salario mayor que la media norteamericana, y es un mercado dominado por las mujeres, con un 55% de propietarias frente al 45% de hombres. El género femenino se siente atraído por el altísimo grado de customización de la vivienda, que abarca desde la modernidad escandinava al diseño rústico inspirado en los cuentos de hadas. “Aunque acabamos de anunciar la nueva colección, los lotes de DIY (hazlo tú mismo) han llamado más la atención; los consumidores quieren personalizarlas”, explica Mancuso. Las posibilidades son casi infinitas en cuanto a tamaño, estructura, materiales o decoración.
Una buena muestra de la inmersión del fenómeno en la cultura norteamericana es que actualmente se emiten en su televisión hasta cuatro realities distintos sobre estas viviendas. Gracias a uno de estos programas, el jugador de los San Antonio Spurs y campeón de la NBA, Matt Bonner, se ha convertido en la última cara conocida en unirse al fenómeno. Los expertos del show Tiny House Nation, diseñaron una vivienda perfectamente habitable en 25 metros cuadrados para el jugador de 2,08 metros de altura y su familia, que buscaban una alternativa para acompañarle durante sus partidos por todo el país. Y no le falta de nada: cocina completa, baño con ducha, varias camas, sofá, televisor, aire acondicionado y calefacción… Hasta una canasta en el exterior para practicar el rango de tiro.
El episodio de Matt Bonner lo veremos en nuestras pantallas en unos meses porque, al mismo tiempo que se produce la explosión en el Estados Unidos, a este lado del charco uno de esos docu-realities se acaba de posicionar como lo más visto de la TDT. Minicasas, el espacio estrenado por Divinity, se ha convertido en una de las grandes sorpresas del canal, con audiencias que rondan el medio millón de espectadores y picos de 4.5% de share cada domingo. Sí, la tinymanía está más cerca de lo que crees. Guiados por la tradición de adaptar los formatos de éxito de la parrilla, como ya se hiciera con Pesadilla en la cocina, El jefe infiltrado o Empeños a lo bestia, aventuramos que en poco tiempo tendremos una versión cañí del programa.
Daniel Corbí subraya las características climáticas de nuestro país como punto a tener en cuenta antes de comprar una tiny house, prestando especial atención al aislamiento y calidad energética de la misma. “En España el clima es muy extremo. Si no está bien acondicionada en invierno te mueres de frío, y en verano es un horno”. El propietario tipo español es el representado por una familia joven de clase media que la usa de manera puntual con fines recreativos, como escapadas de fin de semana o vacaciones. Otro uso frecuente en nuestro país es como ampliación del hogar: almacén, estudio, despensa, etc. El precio medio de una casa completa ronda los 1000€/m², más caro que el de una vivienda convencional, pero equilibrado por el menor tamaño. “Los españoles que compran una microcasa quieren vivir la experiencia de la sostenibilidad; de salir adelante con lo justo, gastando los menores recursos posibles”, concluye. La vida minimalista amenaza con ser mayoritaria.
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