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Riccardo Tisci: «No creo en repetir la misma fórmula»

El diseñador de Givenchy sorprende al fashion system eligiendo a Julia Roberts. Nos explica en exclusiva el porqué.

Julia Roberts

Riccardo Tisci tenía 15 años cuando se estrenó Pretty Woman (1990). Y aunque «en Italia la película fue un bombazo» –recuerda el director creativo de Givenchy–, hace dos meses nadie habría osado insinuar que una veterana de la comedia romántica como Julia Roberts sería la imagen de la maison esta primavera. ¿Táctica de marketing, giro provocador o tributo nostálgico de un diseñador que escucha la voz de la calle?

Fichar a Julia Roberts como imagen de Givenchy podría parecer un giro imprevisible para un creador acostumbrado a trabajar con perfiles insólitos, como la artista Marina Abramovic, la modelo transgénero Lea T o la cantante Erykah Badu. ¿Qué le atrajo de ella?

Es una mujer inteligente, fuerte y sublime, a la que no le intimida la moda. Es audaz y valiente. Compartimos los mismos valores de familia; y es una de mis musas. Quizá suene a cliché, pero es la verdad: somos un grupo de amigos o una gran familia. No entiendo otra manera de trabajar: Julia estará conmigo siempre.

Formar equipo es muy importante para usted: #gang y #family son dos de los hashtags que más veces repite en Instagram.

Para mí, la familia lo es todo. Solo colaboro con gente a la que admiro y respeto. Lo hace todo más fácil y cómodo. Además, estoy convencido de que el resultado siempre es mejor cuando el proceso creativo se desarrolla en una ambiente de amor, en el que la sensación de estar trabajando desaparece. Y así es como me sentí con Julia. Fue una sesión de fotos entre amigos, relajada y divertida.

La eterna «novia de América» no tiene Instagram, un dato que cada día parece más importante a la hora de superar un casting. Basta con ver el ascenso al estrellato de reinas de las redes sociales como Gigi Hadid, Kendall Jenner o Cara Delevingne. ¿Se está desinflando el furor 2.0, según Tisci?

Elegir a Julia [47 años] es recuperar el icono popular que todos amamos. Por supuesto, tengo muchas modelos que son amigas. Pero Julia es sinónimo de elegancia; algo que es indiscutible. Representa la belleza atemporal. Y en persona es todavía más impactante. ¡Está igual que en Pretty Woman!

Primer plano del look de Catherine McNeil en el desfile p-v 2015 de Givenchy.

Cortesía de Givenchy

La moda es una industria sedienta de novedad. ¿Apostar por una de las caras más populares de Hollywood cambia las reglas de lo que se considera cool?

Soy una persona con múltiples identidades. Sé que puede sonar mal, pero mis desfiles, como mis colecciones, son esquizofrénicos en muchos aspectos. Cada temporada cambio las reglas del juego. No creo en fórmulas ganadoras que deban perpetuarse. Para una mente creativa no hay nada más estimulante que luchar contra la idea de una ecuación del éxito única. Siempre intento reinventarme, abrirme a nuevos retos y horizontes creativos. Una temporada puedo mostrar una estética gipsy, con looks estampados de pies a cabeza, y la siguiente, una actitud más descarada, con minivestidos y escotes de infarto. Conmigo, lo único de lo que puedes estar seguro es de que mostraré una fémina con una actitud fuerte. Eso es lo que busco y admiro de las mujeres que me rodean.

Las casas de moda han sabido capturar el zeitgeist de los nuevos tiempos y responder a las demandas del mercado con el lanzamiento de colecciones athleisure (o deportivas). ¿El lujo tiene hoy que hablar el lenguaje de la calle para ser relevante?

En esta industria existen muchos modelos de negocio diferentes. Para nosotros, en Givenchy, la calle ha sido importante porque forma parte de quien soy. Es así de sencillo. Está en mi ADN. De ahí la paradoja y la tensión constante entre alta costura y la cultura urbana. ¡Es mi principal fuente de inspiración!

De izda. a dcha., Sarah Brannon, Renata Scheffer y Tegan Desmond en el backstage de Givenchy.

Cortesía de Givenchy

El negro es un clásico y el favorito de la tribu fashion. ¿Qué tiene el lado oscuro que tanto le seduce?

Solía considerarme oscuro y gótico, porque así es como los demás me veían. Sin duda, porque el negro era casi siempre el protagonista de mis colecciones. Con el tiempo fui abriendo mi universo estético a los colores, los estampados y los tejidos vaporosos. Entendí que una silueta ligera y fluida también puede ser dark. Todavía tengo mi lado oscuro… Pero eso no impedirá que sea infiel al negro de vez en cuando.

Esta primavera la pasarela mitifica los 70. ¿Por qué lo rescató usted?

En mi casa quería recuperar la actitud de la década: fuerte, sexy, sensual. De las botas mosqueteras a los vestidos de encaje o los pantalones de cuero, esta colección tiene referentes opuestos: formas tirolesas, prints estilo máquina de pinball, porte roquero y siluetas gráficas en blanco y negro.

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