¿Por qué los besos pican en noviembre?

Solo faltan cinco días para que un batallón de hombres armados con bigotes pueblen las calles de nuestras ciudades. Por décimo año consecutivo, la fundación Movember renueva su compromiso con la salud masculina y pone el foco en una de las lacras que la ponen en peligro: el cáncer de testículo y de próstata −solo en España se diagnostican 18.870 nuevos casos al año de este último−. Con ese planteamiento apelan a la valentía de todos los hombres para que, apoyados por las mujeres con las que comparten su vida, se sumen a esta buena causa y dejen crecer sus bigotes durante todo el mes de noviembre.

Las directrices son claras: nada de barbas ni perillas. La clave es el bigote. Los participantes deberán inscribirse en la página web de Movember y compartir su experiencia en las redes sociales. Otra posibilidad de colaborar es a través de la donación de fondos y la celebración de las fiestas en las que se otorgan los títulos de Man of Movember y Miss Movember. En la campaña de 2012, más de un millón de Mo Bros (abreviatura de moustache brothers) y Mo Sistas (moustache sisters), como se conocen a los integrantes del movimiento, consiguieron recaudar cerca de 113,5 millones de euros en todo el mundo −80.000 € en España−. Este año el objetivo es superar la cifra de los casi seis mil participantes que el año pasado se sumaron en nuestro país, y todo apunta a que el éxito está más que garantizado.

Lamentablemente, los estrictos códigos de vestimenta y decoro de ciertas empresas dificultan la misión de algunos Mo Bros. En este sentido, Jaime Lanza, coordinador de la iniciativa en España, se confiesa optimista. En declaraciones a S Moda, asegura que "poco a poco conseguimos romper tabúes y que esto se entienda como parte de una buena causa". Su propia experiencia sirve para ilustrar esta realidad: "La compañía aérea en la que trabajo permite que durante el mes de noviembre llevemos bigote sin problema". El ejército americano y algunas empresas también han empezado a ceder en su exigente normativa.

Mo Bros en plena acción.

Instagram (@movember)

La misión de esta idea que nació en Australia en 2003 consiste en tener un impacto continuo en las condiciones de la salud del hombre. Lanza destaca "la necesidad de hacer pedagogía" con las enfermedades masculinas y "derribar muros" para "desterrar viejos mitos como la imagen del malvado médico con los guantes de látex". Y añade: "La gente no imagina la importancia de la detección precoz, que es capital". Con este fin, Movember ha establecido el Movember Global Action Plan (GAP), cuyo objetivo principal es acelerar los resultados a través de la investigación sobre el cáncer de testículo y de próstata. El año pasado los fondos recaudados en España fueron a parar al CIC Biogune de Bizkaia y al hospital universitario Vall d'Hebron de Barcelona.

Muchas caras conocidas se han sumado a lo que ya se conoce como Generación Moustache. Johnny Depp, Ryan Gosling, Matthew McConaughey, Damian Lewis o Tom Hanks son parte activa de una moda que se concibió para que nunca pasara de moda. Pese a que en la mayor parte del siglo XX cayó en el olvido, los hippies popularizaron esta tendencia en la década de los 70, pero pocos se atrevieron a conservarlo después. Movember ha vuelto a resucitar el mostacho como parte reivindicativa de su misión, lo que ha derivado en una popularidad que se traduce en camisetas, accesorios y demás parafernalia que ha adoptado el bigote como animal de compañía. Todo ello con la colaboración de firmas low cost como Zara, Claire's o Eleven Paris, así como el diseñador Carlos Díez en 2012.

Ya lo dijo Salvador Dalí, padre del surrealismo: "Como no fumo, he decidido llevar bigote, que sin lugar a dudas es mucho más sano. En mi preciosa pitillera siempre llevo varios para ofrecérselos a mis amistades. ¿Bigotes? ¿Bigotes? Nadie los toca, lo que me permite pensar que es una especie de símbolo sagrado". Así se expresaba uno de los hombres que mejor a defendido el uso de estas "antenas" por las que recibía "efluvios casi mágicos". Su mítico emblema de puntas enhiestas fue un símbolo de la gran personalidad que gastaba. Y ahora, gracias a Movember, esa característica eminentemente masculina puede ser también sinónimo de salud y bienestar.

Alexa Chung y su guiño a Movember.

Cordon Press