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Poco sexo y poca química entre los actores de ’50 sombras de Grey’

Escenas del libro censuradas, sin desnudo masculino y con rumores de falta de entendimiento entre los actores principales. La cuenta atrás al taquillazo del año enfría las expectativas.

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Getty (Getty Images)

¿Quién tiene más química que los protagonistas de 50 sombras de Grey? Dice el New York Magazine que estas dos rebanadas de pan de molde, estos dos hermosos troncos o estas dos peras rozándose. Los 15 objetos inanimados con más química que Dakota Johnson y Jamie Dornan que la web ha imaginado ilustran lo que muchos piensan tras ver los trailers de la película (1 y 2) o sus entrevistas promocionales : que Anastasia Steele y Christian Grey juntos enfrían fotogramas al nivel de Angelina Jolie y Johnny Depp en El turista. Una ecuación algo decepcionante para los 100 millones de fans que devoraron los libros y ansían ver la adaptación de la trilogía erótica de bondage, azotes y sumisión sexual con la que Erika Leonard James revolucionó el mundo editorial allá por 2012.

Con frases como "no se soportan", "se odian" o "no se aguantan", las conspiraciones sobre el pésimo grado de entendimiento entre la hija de Melanie Griffith y el asesino en serie de The Fall no dejan de sucederse desde octubre. Fue cuando, a cuatro meses del estreno, tuvieron que volver a rodar escenas de la película porque no encajaban en la edición final. El US Magazine aseguraba que el material no era lo suficientemente "apasionado" y que Dakota Johnson no daba la talla en los estándares de sensualidad de la película. "Anastasia tiene que ser naíf, no un un simple trapo", explicaba un insider a la publicación. Universal, que produce a través de Focus Features, lo negó rotundamente. "Nadie debería cuestionar la intensidad o la actracción de nuestros actores".

Sin desnudo masculino

Después de tener que reemplazar al protagonista (Jamie Dornan llegó tras la retirada de Charlie Hunnam, protagonista de Sons of Anarchy) y de soportar el continuo boicot que su elección ha recibido (la fanbase reclamaba insistentemente a Matt Bomer, pero se dice que no consiguió el papel por su declarada homosexualidad) el nuevo Christian Grey dejó claro que, pese al elevado contenido erótico de las novelas, en ningún momento de la película protagoniza un desnudo frontal y no enseñará más allá de sus abdominales por exigencias del guión.

"Había contratos que especificaban que los espectadores no podrán ver mi, ehem… mi paquete". El norirlandés ha asegurado a la prensa que la película quiere fomentar la imaginación de los espectadores y que no enseñar su pene permite "llegar al máximo de audiencia posible sin asquearles". Aunque la película en EE UU ha sido catalogoda por la MPAA con la calificación R (Restringido, los menores tendrán que ir acompañados de un adulto), queda claro que los episodios explícitos de la novela serán suavizados con la voluntad de maximizar beneficios y llenar salas de cine por todo el globo.

Arriba, imagen promocional. Abajo a la izq, fotograma del trailer. A la derecha, Dornan bostezando en el rodaje.

Twitter/ Cordon Press

Escenas suprimidas

Bajar el tono sexual de las novelas ha sido uno de los objetivos de la adaptación. La propia Sam Taylor-Johnson (directora de la cinta) lo adelantaba recientemente a Vanity Fair. “Se verán detalles, un poco de carne, dedos, piel, ojos y miradas”. Que nadie espere planos secuencia. Una cuidada edición será clave para sugerir, que no exhibir. La directora cree que “el misterio desaparecería” si el sexo se viese de forma explícita. “Se verán cosas, pero no será nada especialmente gráfico”. Teniendo en cuenta sus declaraciones, queda claro que una de las escenas más explícitas (y comentadas) de la primera novela no tendrá cabida. Digamos que el texto en cuestión plantea un encuentro sexual entre Christian Grey, Anastasia Steele… y un tampón. “Ni siquiera llegamos a discutirlo. No estará en la película”, confirmó la directora a Variety.

Duelo de egos

Las declaraciones del equipo en la recta final previa al estreno mundial dejan claro que la película será una particular historia de amor y no una lujuriosa historia de sexo. Por algo se estrena el fin de semana de San Valentín. Una oportunidad para explotar ese cuento de hadas capitalista, desfasado y sexista de hombre poderoso, pero terriblemente infeliz, listo para seducir a una joven inexperta, torpe y desaliñada a base de regalar Audis, comprar ropa y lencería de lujo o ediciones literarias de coleccionista. Una sumisión que ha resultado ser un bombazo entre mujeres de mediana edad de todo el mundo.

E. L. James y Sam Taylor-Johnson y (autora de la triología y la directora de la adaptación cinematográfica) no comparten, precisamente, los mismos gustos cinéfilos respecto a las escenas de sexo.

Getty

Este 50 sombras de Grey que llegará a los cines ni por asomo será parecido a los planes que tenían en mente Bret Easton Ellis o Gus Van Sant. El primero tuiteó frases como “no es un buen libro, no está bien escrito, pero qué buena historia tiene detrás” y se reunió con E. L. James para convertir la adaptación en la “película más escandalosa del mainstream americano”. El segundo llegó a rodar escenas de prueba con Alex Pettyfer (Magic Mike) explotando, también, el lado más BSDM de la novela. Ninguno lo consiguió. Al final el título ha caído en manos de una directora. Los estudios creen entender que esa etiqueta del porno para mámás solo se podía adaptar desde la visión de una directora. No ha sido fácil. Tal y como ha desvelado en Vanity Fair, Sam Taylor-Johnson se las ha visto con E. L. James para poder llevar sus planes a cabo. Ambas son británicas, pero no podían ser más distintas. Donde una veía la oportunidad de rodar el despertar emocional de un hombre poderoso y retraído, la otra salvaguardaba al detalle la adaptación de su novela.

Erika Leonard James es una ex productora de TV que concibió 50 sombras tras hacerse popular en foros de Internet escribiendo ficción erótica sobre los protagonistas de Crepúsculo. Por las noches, bajo el alias de Snowqueens Icedragon, James combatía su crisis de la mediana edad y se evadía de su matrimonio con escaso romanticismo escribiendo. Sam Taylor-Johnson es una directora que rodó una película sobre los inicios de John Lennon (Nowhere boy) y ya se codeaba con Damien Hirst y toda la élite del arte durante su primer matrimonio (ahora está casada con Aaron Taylor-Johnson, protagonista de Kickass). O para ilustrarlo mejor: las peliculas favoritas de la escritora son Casablanca, El indomable Will Hunting y Buscando a Nemo. La directora quería inspirarse en Amenaza en la sombra, de Nicolas Roeg, para las escenas de sexo. Veremos cómo queda la cosa el próximo 14 de febrero.

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