Margarita Rivière, periodismo y estilo
Pionera en distintos frentes, la escritora exhibía la sabiduría de una mujer que siempre ha defendido su independencia. Justo cuando publicaba su último libro ha fallecido.
Margarita Rivière lució en su boda un diseño del creador Andrés Andreu como ejercicio de esa modernidad barcelonesa que ha cultivado con inteligencia y discreción a lo largo de toda su vida. Casada con el periodista y crítico de cine Jorge de Cominges y madre de dos hijos, acaba de cumplir 70 años. «Creo que era la periodista y escritora Françoise Giroud quien decía que, una vez cumplida esta década, no había que dejarse fotografiar», ironiza. Pero Rivière nos deja retratarla, pacientemente, en su casa. La cita es por la mañana: «La tarde la reservo para escribir colaboraciones y compromisos», dice.
Estuvo en la primera fila del periodismo femenino que vivió los convulsos años del franquismo tardío y de la Transición. Además, fue la primera mujer en dirigir Efe en Cataluña (de 1988 a 1992). En su trayectoria no han faltado temas prohibidos o considerados tabú en la época. «Hice un libro con el doctor Santiago Dexeus sobre métodos anticonceptivos cuando la anticoncepción era ilegal». Y vivió algunas polémicas. «Me sirvieron para curarme de un cierto tipo de feminismo», confiesa.
Rebeca peruana y chaqueta china comprada en Nueva York. «Mi estilo es personal, fuera del tiempo. Me gusta la ropa que dura eternamente». Debajo, óleo y collage de Jordi Sabat.
Pep Ávila
Pionera en el periodismo de moda, su estudio y comunicación ha vertebrado una parte de sus investigaciones, que resumió en el Diccionario de la moda del siglo XX (Random House). «Mi padre era publicista. Por eso, desde pequeña, me familiaricé con las revistas que llegaban a casa». Cumplidos los 20 se marchó a París: «Conseguí un stage en una empresa de diseño, donde coincidí con el futuro creador de Kenzo, y allí me curtí realizando ilustraciones de estilo». Al regresar a Barcelona, comenzó a colaborar con la revista Marie Claire. «Hoy en día las tendencias están en manos de las llamadas celebrities, y de la dictadura de la vestimenta hemos pasado a la dictadura del cuerpo, porque si no tienes unas medidas concretas, irremediablemente estás marginada de eso que llaman el canon», afirma. Y añade: «En la actualidad, la moda finalmente es libre pero, a cambio, la silueta se convierte en la prisionera».
Almohada UK de Zara Home
Pep Ávila
Su primera novela. Ahora hace un intervalo en su trabajo ensayístico para publicar Clave K (Icaria), en la que cualquier parecido con la realidad, no es pura coincidencia. «Es una novela que estuvo congelada en los noventa por políticamente incorrecta, escrita en clave de thriller político y muy irónica», señala sin querer dar más pistas sobre la obra y su renacida actualidad, a juzgar por los últimos acontecimientos en la escena política catalana y española. «Sale de la necesidad de explicar realidades que no caben en un ensayo, que ha sido siempre el género de mis escritos».
En la librería de su casa hay una treintena de libros de distintas temáticas sobre los que ha ido reflexionando, ya sea la transformación de los medios de comunicación o cuestiones diversas sobre la mujer, como la reivindicación del placer femenino. «A mi generación, no hay que olvidarlo, la educaron diciendo que no había goce para las niñas». Ella, que sigue disfrutando de la vida a sus 70 años, continúa conservando el espíritu de la adolescente rebelde que leía a escondidas las novelas de Graham Greene.
Rivière guarda los dibujos de moda que realizó entre 1967 y 1969.
Pep Ávila
Zapatillas marroquíes.
Pep Ávila
Jarro azul de Venini (Venecia) y collar de plata y piedras egipcias.
Pep Ávila
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