Decálogo para capear el mono de ‘Mad Men’
Don Draper y los suyos no volverán a la pequeña pantalla hasta nuevo aviso, pero tenemos unos trucos para que la espera de la sexta temporada sea menos ardua.
Este fin de semana cuando los americanos le dieron al remoto para ver Mad Men se encontraron con Kevin Costner haciendo de vaquero en Open Range. Bajón, pero así es la vida. La aclamada serie de AMC acabó su quinta temporada y no volverá a emitirse hasta que lo anuncie su creador, Matthew Weiner. Como ya sabemos lo que es el síndrome de abstinencia (ya van cuatro parones entre temporadas) hemos encontrado 10 buenos consejos para que la espera por el 6×01 no sea un suplicio:
1. Nuevos horizontes
Nada se puede comparar a Mad Men si eres un fan acérrimo, pero repasar una y otra vez las cinco temporadas esperando una nueva dosis sólo hará que la aburras. Hay alternativas: dale una oportunidad a otras series ambientadas en la época, como American Dreams, con personajes masculinos menos promiscuos que los de Madison Avenue pero con más mano dura; Pan Am, centrada en unas azafatas que no tienen tantos dobleces como Peggy, Joan y Betty pero van monísimas, y la británica The Hour, que recrea los años 60 a este lado del Atlántico pero con un vestuario que no es de premio Guild como el de Mad Men.
2. Beber para olvidar
Es un acto reflejo: vaso en mano al entrar al despacho, al comedor, al restaurante y al bar. No importa si se trata de un almuerzo de trabajo con clientes o un afterwork ahogapenas con los de la oficina, el alcohol siempre está muy presente en la serie. ¿Cómo consiguen no estar doblados al cabo de cuatro bourbons o tres martinis a plena luz del día? Misterios de la biología, pero lo cierto es que su glamour meneando los hielos nos ha fascinado a lo largo de las cinco temporadas. Ríndeles homenaje con un Manhattan en “la gran dama de Madison Avenue”, el Roosvelt Hotel o más cerca, en la Coctelería Milano, donde sirven los mejores Old Fashioned de Barcelona y el Museo Chicote de Madrid, que ha ‘patentado’ el cóctel Mad Men a base de bourbon, licor de cereza, Benedictine y vermut rojo.
3. Delicias ‘à la Mad Men’
Betty, Trudy, Megan, Joan… todas las mujeres casadas de Mad Men cocinan para sus maridos como se estilaba en la época: mandil sobre vestidazo y copa de vino en la mano. Otra cosa es que ellos lleguen a catar la cena, porque si no están en el bar están con la amante, y cuando suelen llegar a casa ellas están en el tercer sueño o enfadadísimas como Zou Bissou, que en una escena impagable de esta temporada hizo que Don se sentara a cenar con ella al llegar piripi de madrugada después de esperarle durante horas.
Esta cena y otros manjares que aparecen en la serie se reunen en The Unofficial Mad Men Cookbook: Inside the Kitchens, Bars, and Restaurants of Mad Men, volumen que se publicó hace unos meses y que recopila más de 70 recetas, desde el entrecot que Trudy le prepara al gañán de Pete hasta algo más sofisticado como ostras a la Rockefeller o una Mimosa de aguacate y cangrejo a la Jackie Kennedy. Porque una serie no solo se disfruta con los ojos.
4. Conviértirte en un caballero…
O quieres estar con Don Draper o quieres ser Don Draper, no hay más opciones. El rompecorazones sin escrúpulos de Madison Avenue, deseado, odiado y admirado a partes iguales, tiene sus trucos para ligar, y los compartió en el late night Saturday Night Live.
Hacer almuerzos de seis horas, desaparecer durante una semana, mentir a todo el mundo acerca de todo, tener un nombre guay y guardar silencio para hacerse el misterioso son algunos de sus consejos que Don te da para que te conviertas en el hombre más deseado del barrio. ¿Sientes que estás a años luz del graciejo made in Draper? Tranquilo, tienes meses para estudiar con detalle sus artimañas y mirarle de tú a tú, de ligón a ligón, al empezar la sexta temporada.
5. … o en una dama.
Admitámoslo: antes que la trama, lo que nos atrapó en esta serie es la estética. La ambientación, los decorados, el mobiliario y el vestuario están cuidados al detalle, y arañaríamos a quien hiciera falta por tenerlos en casa. Pasearnos como Betty, melena al viento en un descapotable, tendrá que seguir siendo un sueño para la gran mayoría, pero lo que sí podemos tener son sus vestidos. En Etsy confeccionan varios por encargo y a medida, con precios que rondan los 140 euros. Puedes comprar tanto los opulentos como los prêt-à-porter. La modista copiota también ha sacado el patrón de algunos míticos de Joan, como el de las chorreras y el que viste cuando lidera la conga en la fiesta de Navidad.
También te puedes maquillar como ellas gracias a Estée Lauder, que acaba de lanzar una edición limitada de maquillaje inspirado en la serie, con un packaging tan lucido que en realidad te dará igual el tono del colorete; querrás la polvera nada más verla. La exclusividad de ventas es para los almacenes Bloomingdale’s pero por suerte también se puede adquirir mediante su web.
6. Avatares
En un inevitable momento ‘Super Pop’ que negarás haber experimentado ante cualquiera que te acuse de ello, tras cinco temporadas te asaltará el deseo de saber qué personaje serías en la serie. Sí, los chicos quieren ser Don y las chicas Joan, pero haciendo este test digno de, como decíamos, revista de acnéicas, descubrirás quién serías en función de tus respuestas. Y cuidado, porque si dices que no te gusta beber tu papel en la serie será la fotocopiadora Xerox de la oficina (verídico).
Para una caracterización más a medida puedes probar el pasatiempo Mad Men Yourself, y hacerte un avatar con todo lujo de detalles para, al final, tener una cita a la luz de la luna con Don Draper, ser el psicoterapeuta de Betty o ir en avión con todos los compañeros de trabajo. Tambié puedes probar suerte y ver qué opciones tendrías de que te contrataran en Sterling Cooper Draper Price.
7. Haz un MBA en la serie
Si no nos vas a hacer caso en el primer punto del decálogo y piensas rayar el DVD mirando la serie hasta aprenderte los diálogos de memoria, al menos te sentirás reconfortado batiendo récords en el Trivial de la serie. Hay una ristra de preguntas para todos y cada uno de los capítulos emitidos hasta el momento. Cuantos más puntos consigas, más medallas recibirás, y es una genial opción para retar a tus amigas la noche que las invites a probar las Ostras a la Rockefeller en casa y prepares unos Old Fashioned de postre vestida como Joan (empacho de Mad Men, dirían los no iniciados).
8. Lo que fue y lo que pudo ser
Lo que más abunda en Mad Men es la jarana, pero eso no la convierte en superficial. Todos y cada uno de los fotogramas rezuman documentación previa y un gran trabajo de recuperación del pasado para mostrarlo tal como fue. En la serie se citan los grandes hechos históricos, pero también se refleja cómo nació la publicidad moderna, la que es capaz de ponerle poesía a una lata de alubias pintas. Los éxitos de los publicistas de ‘Mad Men’ se recogen en los dos volúmenes Mid-Century Ads: Advertising from the Mad Men Era (Taschen), un regalo para la vista que da mucho que pensar.
Don Draper, artífice de ese cambio de paradigma publicitario, fue el primero en usar iPhone, y sino mirad las fotografías que James Minchin hizo durante varias semanas en el rodaje de la serie. Toda una oda a la profesión, la feminidad y a una realidad que, pese a parecer 100% real en la pequeña pantalla, sucede solo entre tres paredes.
9. Comparte inquietudes
Si te asaltan las dudas, las preguntas se te acumulan y vives con el miedo de que Don acabe poniéndole los cuernos a Zou Bisou, háblalo con un grupo. Se te tiene que dar un poco bien el inglés, porque la gran mayoría de grupos de charla online son en este idioma, pero de temas tan diversos que tendrás que hacerte una agenda para llevar los asuntos al día. Desde los peinados hasta las frases con segundas intenciones, todo el Mad Men es susceptible de conversación.
Y si vas de vacaciones a Estados Unidos, únete a uno de los seis grupos sobre Mad Men que hay en la web Meet Up y que celebran a menudo quedadas para repasar capítulos, analizarlos y tomar cócteles.
10. Mismas caras, nuevos escenarios
Los actores no se van de vacaciones, así que puedes seguir viendo las caras de circunstancia de Don Draper (John Hamm) este año en otras producciones que no tienen nada que ver con la serie. Friends with kids, por ejemplo, es una película escrita, producida, dirigida y protagonizada por su novia, Jennifer Westfeldt -¿puede hacer más cosas?- en la que él también aparece, y el año que viene estrenará junto a Paul Giamatti The Congress, una película distópica que promete bastante.
Peggy (Elizabeth Moss) aparece este año en Darling Companion, una comedia con bastantes malas críticas que se estrenará pronto en España, y Joan (Christina Hendricks) participa en algo un poco más interesante y loca: Struck by lightning, una comedia acerca de un chico que muere frito por un rayo y empieza a acosar a sus ex compañeros de clase para que colaboren económicamente con una revista literaria que quiere lanzar.
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