Citas inesperadas en Semana Santa
Devotas, minoritarias, deportivas o paganas. Así son (también) las tradiciones secretas de nuestra geografía. Ritos que satisfacen cuerpo y alma. Juntos o por separado.
1. BALCONES EN ACTIVO
La batalla en Sevilla para hacerse con el mejor balcón desde el que ver el paso de Jesús del Gran Poder ha comenzado, y los precios para alquilar uno no entienden de fe. Los puntos estratégicos de la carrera oficial de cofradías alcanzan los 3.500 euros, por toda la festividad, en el paseo de La Campana. La calle Sierpes cotiza a 4.000, justo la mitad de un mirador en la Plaza San Francisco, donde un balcón por un día cuesta 1.200 euros. En Málaga, el valor de uno de sus ventanales es todavía más sorprendente. En su avenida principal, la calle Larios, por ocupar uno de los mejores durante el Domingo de Resurrección hay que desembolsar 3.044 euros, según cuenta mybalcony.com.
2. EN LOS HUESOS
Entre las sorpresas de Girona se encuentra una de las tradiciones más antiguas y minoritarias de Cataluña. Es La danza de la muerte, un baile del siglo XIV que se celebra la noche del Jueves Santo en Vergés. En ella, tres niños y dos adultos de la población –de poco más de 1.200 habitantes–, se visten de esqueletos y bailan por sus calles al ritmo de un tabal (similar al tambor) seguidos de otros cinco que iluminan con antorchas. Lluís Llach actualizó el evento entre 2009 y 2011, cuando se hizo cargo de su dirección.
Los esqueletos de Verges
Getty Images
3. PLATOS ROTOS
Además de rezar y encomendarse a las imágenes religiosas, también en estas fechas nos podemos deshacer de las vajillas heredadas o fruto de un desafortunado regalo. ¿Cómo? Muy sencillo. El Domingo de Resurrección hay que visitar el distrito marítimo de Valencia; allí se celebra la Trencà de perols, en la que se lanzan desde los balcones los platos viejos (o los que nos desagradan). Una tradición purificadora que acaba con las malas épocas.
4. UN TRAIDOR MALPARADO
Los jóvenes de Trespaderne, al norte de Burgos, no buscan recogimiento sino hacer ruido, y cuanto más, mejor. Al comienzo de sus vacaciones fabrican con cartón y paja sus Judas Iscariotes que ahorcan el Sábado Santo. Esa noche, cuando la procesión llega al centro de la localidad, sus calles estallan en truenos. Porque se prende fuego a esas representaciones que en su interior guardan miles de petardos.
El Lejano Oeste de Almería
Cordon Press
5. ROMPER LA NOCHE
Más de 25.000 percusionistas resuenan al unísono en las nueve localidades de la provincia de Teruel que componen la Ruta del tambor y el bombo. Las 12 de la noche del Jueves Santo marca su inicio con la Rompida de la hora, momento en el que hombres y mujeres (quienes pueden participar desde 1980) aporrean ininterrumpidamente sus instrumentos, día y noche, hasta silenciar el Sábado Santo.
6. PUEBLO FANTASMA
Nada que ver con los 40 días que Jesucristo pasó en el desierto. La empresa Malcaminos.com ofrece alejarse de las procesiones con sus viajes a medida por la arena de Tabernas y sus decorados del spaghetti western.
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