Autoplacer en tiempos de Coronavirus: la hora triunfal de los juguetes sexuales y el porno
De cómo el confinamiento está cambiando para siempre nuestra relación con nuestra pareja sexual más segura: nosotros mismos.
La pandemia mundial de coronavirus ha llevado a gran parte de la población mundial y, prácticamente, la totalidad de la española a confinarse en su domicilio, a solas o en compañía de otros. Los memes hablan de un babyboom en los próximos meses, pero las autoridades sanitarias no llegan a pronunciarse sobre unas pautas seguras para mantener relaciones sexuales, puesto que cada día se descubren nuevas características del COVID-19, del que al menos se conoce con certeza su altísima contagiosidad, su prolongado periodo de incubación (se han registrado casos de personas que no presentaron síntomas hasta 24 días después de ser infectadas) y su capacidad de sobrevivir en numerosas superficies (según un estudio del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU, el COVID-19 permanece tres horas suspendido en el aire, cuatro horas en el cobre de las monedas, un día entero en el cartón y de dos a tres días en el plástico o en el acero inoxidable de un grifo). Todos estos mimbres invitan a la precaución, tal como resume una de las pocas guías oficiales de la UE que habla de sexo, la del Ministerio de Salud de Luxemburgo: «El COVID-19 no es una enfermedad de transmisión sexual. Sin embargo, el virus está presente en las gotículas respiratorias humanas y se transmite por contacto directo de persona a persona, por lo tanto, el coito favorece el contagio del virus si una de las personas está infectada». El Gobierno de Nueva York durante los procedimientos de preparación a la población para las medidas de distanciamiento social ha sugerido a los neoyorquinos tres reglas básicas para el sexo en tiempo de Coronavirus: no mantengas encuentros sexuales con alguien que no conozcas, no lo hagas con quien esté contagiado, si vas a practicar sexo que sea con una pareja estable con la que convives y, en cualquier caso, tu mejor amante en estos momentos eres tú mismo.
El amor propio en cifras
Pero, ¿qué hay de hacer el amor con la persona que más quieres, como Woody Allen definía la masturbación? «El onanismo, como cualquier tipo de actividad sexual, estimula el sistema inmunitario porque produce una liberación de la dopamina y una modulación de serotonina, activando los circuitos de de recompensa, lo que provoca un clima neuroendocrino a nivel cerebral que, además, nos lleva a ver las cosas de manera más positiva», explica para Smoda la médica sexóloga Francisca Molero, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología y del Instituto Iberoamericano de Sexología. Además, un estudio realizado en la Universidad Clínica de Essen (en el que solo se analizó a hombres) demostró que la masturbación aumenta también el número de leucocitos, clave en la fortaleza del sistema inmune.
Ya sea por aburrimiento, por deseo o en un intento de mejorar sus defensas, los humanos confinados parecen abrazar las bondades del autoplacer. Y gracias a Womanizer, una compañía dedicada a la creación y distribución de estos productos, podemos cuantificar esta tendencia. En los últimos meses, han registrado un aumento de más de un 50% de ventas de juguetes sexuales en comparación con los pronósticos originales, porcentaje que llega al 60% en el caso de Italia y al 135% en Canadá (país en el que, cuando se escriben estas líneas, tiene 1.237 casos confirmados y 18 fallecidos por el coronavirus).
Curiosamente, entre los modelos más vendidos no se encuentran los succionadores de clítoris, al menos según las cifras de ventas en España de Amazon. El primer lugar lo ocupa un vibrador inalámbrico de doce velocidades que, aunque su fabricante, Fidech, lo define como juguete de uso femenino,parece convencer también a los hombres. Hemos revisados las opiniones de sus usuarios, y ciñéndonos solo al mes de marzo, encontramos descripciones como las siguientes: «Muy top», «¡Recomendable!», «Divertido y suave» y «Es una maravilla ?».
Si hablamos de juguetes eróticos de alta gama, Lelo, la firma especializada en gadgets eróticos de lujo, ha registrado un 30 por ciento más de ventas en nuestro país en el último mes de marzo. ¿Su bestseller? El modelo SONA 2 Cruise Cerise, un estimulador de clítoris que no necesita entrar en contacto con el cuerpo, ya que emite ondas sónicas.
La desinformación y los bulos llegan también a los usuarios de este tipo de dispositivos, sobre todo en lo que se refiere a su cuidado y mantenimiento. Nada de lavarlos con lejía u otros desinfectantes abrasivos que no solo estropearan la superficie del producto, sino que además pueden suponer un riesgo para los usuarios. La higiene de estos productos, siempre imperativa, debe seguir ejecutándose solo con jabón y agua caliente. Según la viral guía sobre coronavirus distribuida por el ayuntamiento de Nueva York, antes y después de la masturbación es necesario lavar las manos y los juguetes durante 20 segundos.
Sin embargo el coronavirus no está favoreciendo por igual a todos los miembros de esta industria. De hecho, en Estados Unidos y Reino Unido se ha desplomado la venta de sexdolls o muñecas anatómicamente realistas, algo que los responsables de las compañías afectadas achacan al miedo de la población a contagiarse de coronavirus, especialmente, porque la mayoría de estas muñecas se han fabricado en China, país donde se registraron los primeros casos. Es por ello que estas empresas están recurriendo a campañas un tanto heterodoxas, como el post de Instagram en el que la firma Real Doll asegura a sus usuarios que la silicona en la que están realizadas sus sexdolls es «naturalmente antibacteriana».
Humor, porno y macarrones
No solo de dispositivos recargables viven las sex shops. Ann Summers, una tienda online con su propia línea de accesorios eróticos radicada en Reino Unido, ha visto aumentar exponencialmente las ventas de uno de sus productos menos carnales: sus Penis o paquetes de pasta alimenticia con forma (sorpresa) de pene (curiosamente, la traducción de macarrones al italiano es penne, lo que no quita que Penis siga siendo el juego de palabras más obvio del mundo). Según han explicado los responsables de Ann Summers en el Evening Standard, en el mes de marzo han vendido más cajas de este producto que en todo 2019 . De hecho, han llegado a quedarse sin stock, pero afortumadamente los Penis no solo vuelven a estar disponibles, sino que el chef Aldo Zillis ha creado una receta para cocinarlos, receta disponible en el Twitter de la compañía.
We still have Penis Pasta in stock! In times like this, we need to get creative in the kitchen!
— annsummers (@AnnSummers) March 24, 2020
We've teamed up with celebrity chef @AldoZilli to cook up 'Zillies Willies' Get yourself some @annsummers Penis Pasta and do the #PenisPastaChallenge 🍝
Shop: https://t.co/zw0Fglf5g7 pic.twitter.com/rAPjujywGM
El humor también ha sido el recurso usado para animar a la población en plena crisis por la industria del porno. Con un entusiasta «¡Vamos, España!», PornHub, el portal líder en este tipo de contenidos, anunciaba que ofrece gratis en nuestro país sus contenidos Premium durante al menos un mes. Y no solo eso, también donará los beneficios de su canal Modelhub generados en este mismo periodo a luchar contra la pandemia.
Por si alguien tenía alguna duda, la reclusión ha aumentado la actividad de sus portales en casi un 12 % en todo el mundo, aunque en España alcanzó un 61,3 % más el día en que se decretaba el estado de alarma. Además, también según PornHub, desde el 25 de enero se han empezado a registrar búsquedas de los términos “coronavirus”, «covid» y “corona virus”, búsquedas que no han dejado de aumentar y que en los últimos 30 días han superado los nueve millones. Sin embargo es poco probable que encuentren material nuevo de actores con mascarilla. The Free Speech Coalition, una asociación estadounidense que representa a muchos trabajadores del cine para adultos, ha pedido un cese de actividad voluntario para prevenir nuevos contagios. Ya son varios los estudios, actores y productoras que se han comprometido a no trabajar mientras dure la crisis.
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