“Arnaldo Pomodoro se ocupa de lo sólido y lo efímero, de la superficie y el interior”: las obras del escultor toman el Coliseo Cuadrado
Fendi se une a la fundación de Arnaldo Pomodoro para una teatral exposición de la obra del artista en el Palazzo della Civiltà Italiana, sede romana de la marca.
Arnaldo Pomodoro aprendió de joven el oficio de orfebre. La paciencia. Hacía sus moldes en huesos de sepia y de ahí salían formas que a veces parecían mecanismos antiguos y otras futuristas ingenios tecnológicos. Esas pequeñas obras crecieron, algunas se convirtieron en piezas monumentales de arte público que se pueden ver en la ONU o El Vaticano y otras en escenografías y vestuario para una de sus grandes aficiones, el teatro. Ese universo puede descubrirse hasta el 1 de octubre en la sede romana de Fendi, marca que ha colaborado con la Fondazione Arnaldo Pomodoro en la exposición Il grande teatro della civiltà (El gran teatro de la civilización), síntesis de una vida dedicada al arte. “Está muy bien resumida su obra, casi 70 años de trabajo. Él no ha podido venir, viajar le resulta agotador, pero le hemos enseñado todo el proyecto, está muy feliz de transmitir su legado”, explica Carlotta Montebello, directora de la fundación de Pomodoro, creada en Milán en 1995. Sus antiguas oficinas las ocupa desde 2013 la sede milanesa de Fendi; así surgió la unión entre la marca y el artista, precisa Serge Brunschwig, CEO de Fendi. Esa casualidad ha desembocado en esta exposición. “Primero hay que soñar. Y, cuando se presenta la oportunidad, la coges”, explica Brunschwig, “promover el arte y cuidar el patrimonio nos hace llegar a la gente de una forma diferente, a través de su mente y sus emociones”.
Pomodoro acaba de cumplir 97 años y aún visita cada semana su fundación. Nació en Morciano di Romagna, al sur de Rímini, se formó como aparejador y en Pésaro comenzó a interesarse por el arte. Fue amigo de Lucio Fontana; participó en la Bienal de Venecia por primera vez en los cincuenta con su hermano Giò y en los sesenta vivió en Estados Unidos, donde conoció a Mark Rothko o Louise Nevelson. Pomodoro cuenta con obra pública repartida por el mundo, sus formas geométricas —esferas o cubos perfectamente pulidos con grietas que dejan ver su interior— son su emblema, pero también ha creado piezas inspiradas por el calendario azteca, Babilonia o los lienzos de batallas del renacentista Paolo Uccello.
Seleccionar qué mostrar ha sido un desafío, reconoce Andrea Viliani, comisario de la exposición junto a Lorenzo Respi. Por eso han buscado darle un giro al discurso tradicional, explica Viliani: “Hemos querido hacer una exposición site-specific, no un simple listado de obras, sino iniciar una conversación entre las piezas y el lugar, una arquitectura sencilla y a la vez majestuosa”. Se refiere al Palazzo della Civiltà Italiana, construido bajo el régimen fascista para la nunca celebrada Exposición Universal de 1942 y sede de Fendi desde 2015. Allí, además de esculturas, se ven bocetos, proyectos de obras que quedaron en el cajón, la versión que el escultor ha creado del bolso Peekaboo, notas personales… “Hemos pensado en cómo Pomodoro se ha ocupado toda su vida de lo sólido y lo efímero, de la superficie y el interior, donde está lo que importa. Y por eso hemos querido escarbar dentro del palazzo”, añade el comisario.
Todo, mediante una puesta en escena teatral en el conocido como Coliseo Cuadrado. Nada más llegar a la base de la escalinata que conduce a este edificio racionalista de mármol travertino a las afueras de Roma se ven cuatro figuras doradas. Son trajes para los personajes de una versión de la Orestíada de Esquilo realizada en los ochenta en las ruinas de Gibellina, urbe siciliana arrasada por un terremoto. Piezas inspiradas por el pasado que evocan siluetas futuristas. Viliani cree que para Pomodoro ese diálogo siempre es clave: “Él habla del mito y de las civilizaciones antiguas, pero no se refiere solo al pasado, sino al futuro. Imagina esas posibilidades o añade una aproximación personal a lo que ya está establecido, y eso es lo que hemos intentado hacer nosotros”.
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