Pernille Teisbaek: «No creo que el uso de ‘influencers’ decaiga. La covid impulsó aún más esta manera de comunicarse»
Quintaesencia de eso que llaman estilo escandinavo, Pernille Teisbaek es más que una de las estilistas más seguidas en Instagram. Dirige su propia agencia, colabora con marcas y acaba de diseñar una colección para Mango. Prendas atemporales con las que posa para ‘S Moda’ en algunos de sus rincones favoritos de Copenhague.
Cuando buscas ‘escandinavo’ en Google lo primero que aparece es, junto a un mapa que sitúa a la región, una imagen de la danesa Pernille Teisbaek (Skovshoved, 36 años). Con cerca de 1,2 millones de seguidores en Instagram, es una de las estrellas para la industria de la moda. Desde hace ocho años qué se pone, y cómo, ha influenciado a la multitud que sigue sus andanzas, antes en el extinto blog Look de Pernille y ahora en sus redes sociales. Es una de las principales exportadoras de eso que se ha bautizado como estilo escandinavo, sencillo y funcional, tanto que llegó a escribir un libro sobre ello en 2016, Dress Scandinavian: “Creo que es atemporal, algo que muchos pueden integrar fácilmente en su armario y hacerlo propio añadiendo pequeños detalles y complementos. Se ha convertido en un calificativo, como puede ser el look chic francés”, explica.
La atención que despierta ha llevado a decenas de firmas de lujo a confiar en ella para colocar sus productos: Louis Vuitton, Dior, Chanel, Yves Saint Laurent o Chopard son solo algunas de las etiquetas promocionadas entre sus cuidadas y minimalistas imágenes de Instagram. Allí conjura mucho estilo con pinceladas de vida personal. Sus admiradores han visto cómo se casaba (con Philip Lotko, cofundador de la marca de chubasqueros Rains), cómo nacían sus tres hijos o cómo reformaba su casa. La suya es esa difusa profesión que se puede etiquetar bajo el paraguas de influencer, aunque Teisbaek hace más que compartir imágenes inspiradoras.
Iba para dentista, probó suerte como modelo y acabó de estilista. Se hizo famosa en Dinamarca en un programa matinal y pronto creó su propia agencia, Social Zoo, en la que gestiona las carreras de otras compatriotas y colegas de profesión como Emili Sindlev. “No creo que el uso de influencers o creadores de contenido digital decaiga pronto. De hecho, la covid forzó todavía más esta forma de comunicarse. Las marcas que ya tenían una fuerte presencia digital pudieron adaptarse a las enormes demandas de compras en línea durante el confinamiento y los influencers fueron esenciales para mantener el impulso”. Se muestra decidida y orgullosa de lo que ha logrado: “Siempre soñé a lo grande sobre dónde podría llevarme este viaje y hoy estoy muy agradecida por el lugar que ocupo. Atrás quedan muchas horas de trabajo y el apoyo de muchos, de mi agente, mi socia, mi fantástico equipo y mi familia”. La moda siempre le interesó: “Pasaba horas probando diferentes combinaciones, texturas y colores. De niña aprendí a hacerme mi propia ropa porque siempre se me estaban ocurriendo nuevas ideas”. Tiene ojo y estilo propio. Con un rápido vistazo a sus últimas elecciones confirma que disfruta vistiéndose y que no teme sobrepasar ninguna línea. “Siempre intento mantenerme fiel a mí misma y ponerme cosas que me hacen sentir cómoda y bien. No recuerdo quién me enseñó esto de pequeña, pero es un consejo que no se me olvida”.
Mezcla prendas básicas una y otra vez con otras de patrones rompedores, un espíritu que recoge en la colección que ha diseñado para la española Mango. “Quería crear piezas únicas y rotundas que pudieran integrarse en un armario y reutilizarse durante muchas temporadas. En general, creo mucho en un guardarropa duradero con piezas clásicas que se puedan usar una y otra vez”. La suya no es la primera colección de este tipo. Otras líderes de opinión de la industria como Sofía Sánchez de Betak (@chufy en Instagram) o Leandra Medine (la creadora de Man Repeller) ya unieron fuerzas con la multinacional en las últimas temporadas, colgando siempre el cartel de ‘agotado’. “Llevo seis años trabajando con Mango y conozco muy bien la marca. He hecho tantos proyectos y campañas con ellos que esto era el paso natural de nuestro viaje juntos”. Una cápsula pensada para durar en la que no faltan los básicos, “un buen par de vaqueros, una buena americana, el vestidito negro, abrigo masculino, jerséis reconfortantes y un bolso de noche brillante”. La inspiración dice encontrarla en la gente, en las calles y en las imágenes de street style. Es recíproco: acaba de volver de la Semana de la Moda de París, donde se ha convertido una vez más en una de las mujeres más fotografiadas.
Maquillaje y peluquería: Yurema Villa (Ana Prado) para Guerlain y Mön Icon Team. Asistente de fotografía: Rodrigo Quirante.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.