París Alta Costura día 3: burlesque, el arte de Margiela y la elegancia de Elie Saab

El arte de Margiela

Maison Martin Margiela se inspira en el arte y la arquitectura para crear líneas y estampados que recrean cuadros de Paul Gauguin, detalles de Mariano Fortuny o edificios de Frank Lloyd Right. Bajo el nombre de Artisanal, la colección con aires vintage y mucho color, apuesta por siluetas oversize, relajados trajes sastre de inspiración oriental y minivestidos que parecen aprovechar todo lo que ha sobrado en su costurero: botones, perlas, clips, cristales, lentejuelas, etc. También hay espacio para homenajear la cultura 'tattoo'. El diseñador belga ha elaborado cuerpos a base de tatuajes bordados recreando los que hacía el tatuador Sailor Jerry en los años cincuenta. 

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La evolución de sus máscaras

Una vez más, el creador ha apostado por ocultar el rostro de sus modelos con máscaras que ya son seña de identidad de la firma. Así, los únicos ojos que hemos podido ver en el desfile han sido los que ha bordado con pedrería sobre la seda negra en la que se han confeccionado las caretas. Algunos de los maniquíes, también han ocultado su cabello bajo pelucas (de esas que te pondrías en fin de año) elaboradas con lo que le quedó a Margiela en el cestillo de costura tras coser los minivestidos.

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Botas doradas y pelo a modo de accesorio

Sus botines 'tabi' también regresan vestidos de color dorado. Otro de detalle para no perder de vista (festival del humor) son los grandes ojos que decoraban los brazos de una de las modelos y que parecían vigilar surgiendo de entre una mata de pelo.

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Elie Saab es fiel a sí mismo

Elie Saab, reflejo personificado de lo que es la Alta Costura, presenta una colección delicada y elegante con vestidos que parecen ideados para pisar la alfombra roja. Bajo una paleta muy amplia de colores que incluye rosas, malvas, dorados o negros, la apuesta del libanés mezcla la elegancia clásica con la sensualidad más moderna en vestidos ligeros que se visten con drapeados, pedrería y bordados y se desvisten con transparencias. Aunque la apuesta sigue la línea estética a la que nos tiene acostumbrados, el diseñador ha introducido dos detalles nuevos: el uso de armazones interiores en algunos de los vestidos y los estampados pictóricos con flores de aires impresionistas.

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El valor de los detalles

El vestido de novia que puso punto y final al desfile es solo una demostración más de la minuciosidad del trabajo de este diseñador. Su gusto por el detalle hace de sus vestidos verdaderas obras de arte en las que cada cristal o bordado tienen vital importancia. Como anécdotas del desfile, el tropiezo de una de sus modelos y la presencia de una guapísima Paz Vega en su front row.

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Jean Paul Gaultier se inspira en las mariposas

Este insecto se convierte en protagonista indiscutible de la propuesta del diseñador francés. En tocados, mangas y todo tipo de detalles, las mariposas se cuelan en la pasarela para dar lugar a una de las colecciones más coloristas del diseñador. Los corpiños, las rayas y la inspiración burlesque seña de la casa, tampoco faltaron a la cita.

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Dita Von Teese, chica Gaultier

La bailarina de neo-burlesque y modelo erótica Dita Von Teese vuelve a desfilar para Gaultier personificando el espíritu sensual y picaresco de sus propuestas. Tanto ella como el resto de modelos, lucieron un 'look beauty' con labios muy marcados en tonos rojos sangre y sombras metalizadas en colores verdosos y azulados. 

El instagram de la modelo Lindsey Wixson inmortaliza con un 'selfie' en el backstage esta propuesta de maquillaje.

Valentino se va de safari

En una colección en la que el reino animal fue el auténtico protagonista, uno de sus vestidos nos recordó mucho al que lució Björk en los Oscar del año 2000.

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