Kenzo a la americana: así son los hipsters que intentan rejuvenecer la marca
Carol Lim y Humberto Leon rejuvenecen Kenzo con una colección práctica. Gonzalo Fonseca, que vende sus bolsos en Opening Ceremony, nos cuenta cómo son los hipsters del momento.
"Carol y Humberto están en contra del minimalismo. No sólo como tendencia, sino también como actitud". Al otro lado del teléfono Gonzalo Fonseca, creador de la marca Steve Mono, elabora un perfil de dos de los personajes más audaces de la moda actual: Carol Lim y Humberto Leon. Kenzo jamás ha sido minimalista, por eso la elección de Lim y Leon como directores creativos de la firma es un acierto. "Son accesibles, nada altivos, son atrevidos y tienen olfato", explica Gonzalo. Los fundadores de Opening Ceremony se estrenaban ayer a los mandos de Kenzo. La marca, propiedad de LVMH, ha sustituido a Antonio Marras por este dúo californiano. El desfile, que tuvo lugar en el taller de la firma en París, contó con un desembarco de gente 'cool': Jason Schwartzman, responsable de la música o Chloë Sevigny, que cerraba el desfile. La colección se compone de, prendas básicas con estilismos atrevidos,colores primarios, ropa práctica mezclada con buen humor y cierta despreocupación. Carol Lim y Humberto Leon no han tirado de archivo. Al menos no del de Kenzo. Su colección refleja su personal forma de ver la moda. Una visión libre, sin prejucios, espontánea y real. El viraje para bajar el perfil de la firma y acercarla a la juventud es un hecho. Es una jugada maestra muy al estilo del gigante del lujo. Lim y Leon han convertido una tienda alocada y de autor en uno de los templos de la moda del sXXI renovando el espíritu 'concept store' de Colette y actualizando multimarcas como Barneys. El secreto reside en la mezcla de marcas de lujo con jóvenes diseñadores, producto highstreet y hasta un poquito underground. Han pasado 9 años desde que abrieron su primera tienda en Nueva York (a la que siguieron casi 1.000 metros cuadrados en Los Ángeles y 8 pisos en Tokyo), y han ido conquistando con modestia los galones de la modernidad. De hecho, el pasado martes New York Magazine les nombraba los personajes más influyentes de la moda en Nueva York.
Diseño con superposición de telas y colores.
Imaxtree
En retrospectiva parece fácil (este perfil de elle.com lo explica a la perfección): dos amigos se marchan de viaje, se vuelven locos con las tiendas y las marcas de Hong Kong y deciden imitar ese espíritu comercial libre y auténtico. Abren Opening Ceremony y comienzan a tratar la moda sin prejuicios. La realidad es mucho más compleja. Innovar y mezclar siempre es arriesgado. No obstante, se mantuvieron firmes y se atrevieron a tomar decisiones novedosas, como llevar Topshop a su tienda como primer desembarco de la marca en Estados Unidos mientras vendían Alexander Wang, b-store, su propia marca Opening Ceremony (que en este momento diseña Chloë Sevigny), colaboraban con Margiela y Pamela Love o vendían los bolsos de Gonzalo Fonseca, creador de la marca Steve Mono. "Contactaron conmigo en Tranoi, una feria de París. Fueron ellos mismos, Carol y Humberto, quienes se fijaron en mis bolsos, quienes hablaron conmigo, me contaron su proyecto… Después me pusieron en contacto con el equipo de compras y llevo ya seis temporadas vendiendo en Opening Ceremony. Parte de su éxito se debe a que trasladan a la tienda el armario moderno. No tienen miedo de mezclar. Ofrecen una visión única pero muy realista. Además trabajan duro. Supervisan todo, son ellos quienes buscan las colecciones y quienes van a las ferias. Ellos controlan todos los pasos y creo que esto es precisamente lo que busca LVMH", explica Gonzalo.
El dúo californiano ha sustituido a Antonio Marras al frente de la marca.
Getty Images
Rejuvenecer una marca no es ninguna novedad para el grupo de Arnault. Como apunta Gonzalo este movimiento se parece mucho al fichaje de Marc Jacobs por Vuitton: "recuerdo que entonces me pareció una locura", dice. Marc Jacobs era el diseñador del grunge y sobre el papel no encajaba en una casa que por aquel entonces se asociaba a lujo rancio (o a abuela rica). Jacobs cambió por completo el concepto de la firma y la convirtió en lo que ahora algunos llaman el supermercado del lujo: producto basado en el logo que sigue siendo caro, sigue siendo Vuitton, pero ha aumentado su nicho de mercado y vende mucho más. "Va en esta misma estela de 'Un americano en París'. Es una buena decisión por imagen, por añadir juventud y por la parte pragmática tan americana de Carol y Humberto. No hay que olvidar que ellos producen su propia marca y tienen tiendas. Son perfectamente conscientes de que la moda, además de creativa, ha de ser comercial. La moda, si no se vende no existe. No es moda hasta que está en la calle", apunta Gonzalo.
Chloë Sevigny fue la encargada de cerrar el desfile.
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Su visión integral de la moda como creación y como negocio será fundamental para el desarrollo de su labor como directores creativos de Kenzo. "Según me han dicho se van a encargar de todo, desde los shootings, los catálogos, el desfile, la colección, prensa, eventos… todo. La marca no tendrá que lidiar con la dicotomía entre un diseñador creador y un vendedor empresario. Carol y Humberto aportan una visión personal, atrevida, particular y además, saben lo importante que es vender. También es muy interesante su proyección en el mercado americano y el asiático, donde son muy respetados", remata Gonzalo. Si las previsiones de LVMH se cumplen y Carol Lim y Humberto Leon consiguen rejuvenecer la marca y desarrollarla de forma ambiciosa quizás el toque americano le permita recuperar el lustre de sus años dorados, cuando Kenzo Takada revolucionó París con su interpretación a la japonesa de la moda occidental.
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