Otra pesadilla de la moda se hace realidad: se llevan (y mucho) las Crocs
Prepárate, el calzado-chiste más recurrente del feísmo de la moda se eleva a los altares del lujo y la modernidad gracias a Balenciaga, Christopher Kane o Urban Outfitters. Invasión asegurada.
¿Qué? ¿Que vuelven las crocs?
Sí, lo sentimos. Es una realidad. Prepárate, aunque su incursión por ahora sea tímida, en verano pronosticamos que estarán por todas partes (incluido el low cost).
¿De verdad?
Sí, y no es por replicar el manido discurso del azul cerúleo (que por cierto, ya no tiene validez en la era Instagram), pero algo parecido te pasó cuando aventuraste en 2012 que sólo los guiris de calcetín alto y riñonera eran capaces de calzarse unas Birkenstock… y acabaste comprándote un par en 2015.
A ver, ¿quién dice que están de moda?
Christopher Kane, el diseñador escocés culpable de que tú y el resto del mundo vistiese colores flúor en 2007, las sacó a la pasarela en su desfile de la primavera 2017 y, a tenor de lo bien que le han ido en ventas, ha repetido con nuevos modelos para este otoño y la primavera que viene. Vamos, que para los que no puedan esperar a hacerse con un par, ya tiene a la venta un adelanto en la web de Crocs. Son así y cuestan unos 50 euros. Sencillas a la par que informales.
¿Sólo las vende él? Eso no prueba que sean tendencia.
No, claro, pero Balenciaga también presentó en París unos cuantos modelos más en su desfile de la colección del verano 2018, que, visto lo visto, viene calentito en tendencias feístas. Spoiler: sus Crocs se llevan con plataformas a lo Buffalo en los 2000 y con un puntito naíf de adornos y una especie de pins. Todo lo que llevo, traigo (en los pies).
Ese zapato me suena de algo.
Puede. Roberto Piqueras, diseñador catalán que descubrió a Young Beef y Sita Abellán antes que nadie, explicó a Tentaciones que el modelo es bastante similar a uno que él diseñó para una colección que presentó en Londres dedicada a lo digital y sus efectos en la cultura pop. «En esa época los Crocs eran los zapatos más ridículos y feos que podías encontrar. Las Buffalo, las mismas con las que yo fui al instituto, también habían explotado, así que decidí diseñar mis Crocs-Buffalo. Obviamente, ninguna de las marcas estaban detrás. Contacté con un zapatero que me las hizo y así quedaron», aclaró. Parecerse, se parecen bastante, aunque solo sea anecdótico.
Vale, igual Balenciaga ha copiado a Piqueras, pero dos no son tendencia, según la regla de oro te faltaría alguien más para que sea una moda oficial.
Tienes razón, pero hablamos de una creación de Demna Gvasalia. No olvidemos que la también cabeza visible de Vetements fue quien agotó unos vaqueros deshilachados a 900 euros y que todas las editoras de moda se pirraron por llevarlos como calcomanías. Zara está obsesionada en ‘inspirarse’ en sus diseños, así que sí él pronostica algo, el resto le sigue la corriente sin mirar atrás. Aunque, como bien dices, las reglas están para cumplirlas: si te sirve, en Urban Outfitters, templo de la modernidad de la última década, también hay modelos a la venta para seducir a la chavalada. Ya tienes el three makes a trend necesario.
Pero, ¿esto de los crocs no fue algo pasajero?
Sí, especialmente en 2007, cuando se las puso hasta George W. Bush. Fue cuando nadie parecía escapar a la moda de calzarse unos zapatos cómodos para médicos y enfermeras que había diseñado un tipo de Boulder (Colorado) en 2002, empeñado en renovar el clásico zueco. Ligeras, cómodas y con el aspecto de un cocodrilo de perfil (de ahí el nombre), los zapatos se pusieron de moda en 2006 gracias a contratos con Nascar y Disney. La epidemia fue letal y saltó a todo el globo.
Entonces, ¿tengo que ir corriendo a comprarme unas?
Como veas, Rihanna, el nuevo oráculo en esto del calzado estival (lo agota todo desde que diseña para FentyxPuma), dice que el verano se lleva la flip flop, chancla de piscina de toda la vida, pero con tacón. Elige tu propia aventura.
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