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‘Northern Soul’: el baile como estilo de vida

Una película revive el espíritu de aquellas incansables noches de los 70 en los que la Motown seducía a los británicos en los clubs del norte de Inglaterra.

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'Northern Soul' film

El trabajo de la inglesa Elaine Constantine como fotógrafa se reconoce por sus retratos a personas comunes (generalmente jóvenes) pasándolo bien. Sus imágenes llenas de color y energía se han publicado en revistas como The Face, I-D o en las ediciones de Estados Unidos, Francia o Italia de Vogue. Anna Wintour llegó a definirla como “una de las mejores fotógrafas de su generación”.

Esta pequeña entradilla sirve para comprender que su primer trabajo como directora de cine se centre en el movimiento musical Northern Soul, que vivió su momento estelar en el norte del Reino Unido durante los años 70. El filme titulado, precisamente, Northern Soul, se ha estrenado hace apenas una semana en el país que vivió esa explosión de baile y libertad que se retrata en la película. Ella misma formó parte de dicha subcultura. Como cuenta en un documental de la BBC: “Nunca había vivido esa clase de sensaciones y cuando entré en aquel club le pregunté a mi primo ‘¿Qué es esto?’ y simplemente me contestó ‘Oh… ¡Es Northern Soul’”.

Puede decirse que el su origen –aunque la etiqueta no se le puso hasta 1970- tuvo lugar en la escena mod inglesa a principios de los 60. En los Allnighters (noches de fiesta en los clubs que se alargaban hasta la mañana) los jóvenes bailaban los temas de soul de los cantantes negros americanos de los sellos como Tamla Motown. Uno de los clubs más famosos de la época fue The Twisted Wheel en Manchester. Hasta su cierre en 1971, fue uno de los epicentros de la vida nocturna de los jóvenes ingleses integrantes de la cultura mod.

Fotograma de ‘Northern Soul’, donde se reviven las noches de soul sin descanso de los ‘allnighters’.

‘Northern Soul’ film

A principios de los años 70 la música soul americana empezó a cambiar. Los ritmos rápidos que permitían el desenfreno nocturno se ralentizaron y dieron paso a letras más políticas consecuencia de los sucesos que estaban teniendo lugar en Estados Unidos relacionados con las reivindicaciones sociales de los afroamericanos. Pero los jóvenes ingleses querían seguir bailando el tipo de soul que animaba las noches de la década anterior, más allá de reivindicaciones o modas (la explosión del rock psicodélico de 1967 tampoco les interesó) por lo que los DJs se esforzaron por pinchar rarezas para sorprender a su público, cruzando incluso al otro lado del charco en busca de discos aún sin explotar.

Con el paso del tiempo los bailes fueron evolucionando hasta convertirse en auténticas descargas de energía, en los que eran habituales las patadas al aire (al estilo de Bruce Lee), los giros de 360 grados y los spagats. La moda también fue cambiando: los trajes de chaqueta entallada y pantalones con raya de ellos desaparecieron para dar paso a pantalones anchos y camisetas de tirantes. Las faldas de tubo y los nikis de nailon de ellas se convirtieron en faldas largas y con mucho vuelo. Mientras que el movimiento mod veneraba la elegancia, el seguidor del Northern Soul de los 70 quería elasticidad y holgura en sus prendas.

Los puntos claves de la escena se concentraron en la mitad norte de Inglaterra (de ahí la denominación de Northern). Clubes como The Torch (en Stoke-on-Trent) o el Casino (en Wigan) fueron como iglesias para los integrantes del movimiento. Jóvenes de todo el país viajaban para bailar toda la noche en sus pistas cubiertas de polvos de talco. En ellos además de moverse, podían adquirir discos y drogas “legales” (la escena del Northern Soul no está ligada al alcohol sino a las anfetaminas y las sustancias acelerativas). Su época dorada se terminó al final de la década de los 70: el cierre de los clubes en los que se reunían y los fallecimientos de varios jóvenes consecuencia de las drogas pusieron fin a un movimiento musical y de baile que marcó a más de una generación.

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'Northern Soul' film

Fotograma de la película dirigida por Elaine Constantine.

‘Northern Soul’ film

¿Llegó el Northern Soul a España?

El Purple Weekend (en León) o el Euroyeyé (en Gijón) son festivales dedicados a la escena mod y sixties en los que el Northern Soul está presente. Para Félix Domínguez, organizador del segundo, en España: “Siempre ha habido una pequeña escena Northern Soul mezclada con la mod, scooterista y hasta skinhead. No creo que como tal existiera en los 70, pero a su modo siempre ha estado ahí. Aquí se empezó a conocer, creo yo, con los discos de Kent con los que muchos crecimos. Ady Croasdell, su compilador, ha estado pinchando en el festival unas cuantas veces”.

Además aclara que: “El Euroyeyé se centra básica -que no totalmente- en la música underground de los 60. Casi todo el soul que cayó en el saco de lo llamado Northern Soul es de dicha época. Por nuestra cabina y nuestros escenarios han pasado algunos de los mejores DJs de Northern Soul del mundo y algunos de los artistas de mayor renombre internacional. El año pasado Brenda Holloway y Nolan Porter, sin ir más lejos. El Northern Soul forma parte del Euroyeyé desde mucho antes de que se pusiera de moda otra vez. Concretamente desde que empezamos en 1995.”

Como señala Félix Domínguez, el Northern Soul vuelve a estar de moda o, por lo menos, está viviendo una especie de reactivación. La película de Elaine Constantine serviría evidenciar esta vuelta, pero hay más indicios. Por ejemplo, los jóvenes Wigan Youth Souls han retomado el espíritu, la música y la estética del movimiento. Recorren el Reino Unido pinchando y organizando eventos, además de hacerse cargo del Highfield Soul Club el último sábado de cada mes para que el soul vuelva a tocar la fibra de los bailarines. A prepararse para la pista de baile.

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