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El lugar más ‘instagrameable’ de España está en Calpe

Ricardo Bofill Leví diseñó en los años 60 La Muralla Roja en la localidad alicantina frente al Peñón de Ifach. Arrasa en la red social tras llamar la atención de firmas de moda.

muralla roja Calpe
Instagram/ @thumperparis, annasheffield

Dice Ricardo Bofill Leví que la arquitectura no salva el mundo pero la suya puede que consiga hacerlo algo mejor. La Muralla Roja de la localidad alicantina de Calpe, ayuda. Un edificio rosa, rojo y azul a los pies del Mediterráneo, con el Peñón de Ifach como vecino. Un laberinto inspirado en la casbah árabe, de torres altas y escaleras que esconden sorpresas como una piscina en forma de cruz latina desde la que el mar parece infinito. Un conjunto de 50 apartamentos en un entorno privilegiado que reúne todas las características para haberse convertido en el edificio más ‘instagrameable’ de nuestro país. Más si cabe en el año que la calle ha declarado el ‘rosa millennial’, o ‘Pale Dogwook’, el color que ha superado al previsto ‘greenery’ de Pantone. Las cerca de 8.000 publicaciones con los hagstag #murallaroja y #lamurallaroja lo confirman.

El color rosa ha llenado hasta los cubiertos en lugares como el restaurante neoyorquino Pietro Nolita. Un color, que según una de las responsables de este establecimiento, Mila Soliman (ex de Dolce & Gabanna), es “relajante, inspira amor y felicidad”. Es uno de los protagonistas de la película de Eduardo Casanova Pieles, igual que su casa, toda vestida de rosa. Y también la del diseñador David Delfín. Artistas como las fotógrafas Petra Collins o Marlène Meyer Bigger se han rendido ante un color que desecha la idea de cursi y hace reflexionar sobre lo diferente.

La casbah de Bofill, a pesar de su color, no tiene nada de ñoña y sí mucho de original y a la vez de romántica y tranquila. El arquitecto catalán concibió el edificio que arrasa en la red social Instagram “como una fortaleza” integrada sobre un acantilado en el Mediterráneo a las afueras de Calpe. Para diseñarla miró a las torres de adobe del norte de África y el resultado, explica él mismo, “responde a un preciso plan geométrico” que evoca “una estética constructivista”. Deja patios, solariums en las terrazas y esa piscina en la que apetece zambullirse con solo mirarla.

Bofill utiliza el color como algo “funcional”, nada de azares o dejarse llevar por modas o por otras reivindicaciones. El rojo “acentúa el contraste con el paisaje”. El azul, el índigo y el violeta de los patios y escaleras contrasta o produce “un efecto óptico de fusión” con el cielo y el mar. Son colores que ayudan “a crear una mayor ilusión del espacio”, describe.

Aunque Instagram y las marcas de moda lo hayan descubierto ahora (Reebook, Del Pozo, Zara Home, Paco Martínez o M2 Malletier no han podido resistirse a su belleza y peculiaridad), La Muralla Roja, una obra entre la escultura y la arquitectura, lleva en Calpe desde 1973, y Bofill lo ideó una década atrás, cuando la costa alicantina permanecía aún sin interrumpir entre altos bloques de apartamentos.

El primer arquitecto español en construir un rascacielos en Estados Unidos, en 1977, lo considera “un caso aparte” dentro de La Manzanera, el barrio donde lo enclavó el Taller de Arquitectura liderado por Bofill. A pesar de que la zona lleva la firma de Bofill, tiene áreas que no viven un presente precisamente esplendoroso, como es el caso del Club Social. En sus días de gloria tuvo piscinas y un hasta un pequeño embarcadero, mientras que años después estuvo okupado y aún hoy permanece en ruinas a la espera de una rehabilitación comprometida.

Eso, a pesar de ser un referente urbanístico y una de las primeras obras de El Taller, el innovador equipo formado por sociólogos, poetas, cineastas y urbanistas de distintos países dispuestos, entonces y ahora, a experimentar. Lo lograron aquí y ya en esa época en otros proyectos como las icónicas viviendas sociales Walden 7 a las afueras de Barcelona, pero también más recientemente en la antigua fábrica de cemento que Bofill ha convertido en su casa. Porque él sigue, como hizo en La Muralla Roja, “proyectando el futuro”; e Instagram se lo agradece.

Estas son algunas de las publicaciones con más ‘likes’

En la propia cuenta de Instagram del estudio de arquitectura de Bofill lo muestra desde distintas perspectivas con fotos tomadas por otros usuarios, como la fotógrafa Anna Devis o Sergio Cora, miembro de Galizian Urban Project.

La modelo inglesa Terri Lee Blake posa en bikini para de trajes de baño Fella Swim

Así lo han visto usuarios como los autores del blog Zilverblauw sobre fotografía y diseño, atentos a todo lo rosa que encuentren.

La diseñadora gráfica Anna Salvador tiene también su particular perspectiva de La Muralla Roja.

El artista alicantino Pau Sanz i Vila ve La Muralla Roja como una ilustración.

Andrés Reisinger, director artístico y diseñador gráfico, ha visto así el edificio junto al mar Mediterráneo.

La youtuber Justyna Zak lo cuelga desde ángulos diferentes.

Así lo han visto otros usuarios de la popular red social.

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