Dos mujeres condenadas a más de un año de cárcel por robar 483 euros en Zara

Dos mujeres han sido condenadas a doce y 18 meses de prisión respectivamente por robar cerca de 500 euros en una tienda Zara de Granada. La Audiencia de la ciudad andaluza ha confirmado la pena tras ser juzgadas por extraer 18 prendas de ropa, a las que previamente despojaron de las alarmas. También deberán indemnizar a la firma con la cantidad exacta de lo sustraído, 483 euros, según la información publicada por Europa Press.

La justicia desestima así el recurso interpuesto tras la condena del Juzgado número 1 de lo Penal, que pedía la absolución alegando que las dos mujeres deambulaban por la tienda en solitario y que el número de prendas robadas no había sido acreditado. La Sección Segunda de la Audiencia rechazó los argumentos al confirmar que las etiquetas y las alarmas halladas por los empleados se corresponden con las de los artículos respectivos. También sostiene que las condenadas se pusieron de acuerdo con anterioridad para cometer el delito, llevando consigo el instrumental necesario para deshacerse de los dispositivos de seguridad que camuflaron después en otras prendas que dejaron en el establecimiento.

España ocupa la segunda posición entre países europeos y la quinta mundial en robo a minoristas según el Barómetro mundial del hurto en la distribución realizado por la compañía Checkpoint y publicado en 2014. Ocupar este deshonroso lugar significó unos 2.574 millones de euros de pérdidas, el 1,36% de las ventas. El sector de la moda se encuentra entre los más codiciados por los ladrones.

Esta no es la única pena de cárcel interpuesta por robar en una de las tiendas de la firma de Inditex. En 2015, un hombre fue condenado a un año y tres meses de prisión por sustraer dos camisas valoradas en 59,90 euros de un Zara de Zaragoza. Al huir de la tienda, el hombre se topó con una dependienta a la que empujó para escapar y, pese a no causarle lesiones, el hurto se convirtió en un robo con violencia según la doctrina del Tribunal Supremo. Situaciones parecidas a esta se han repetido con asiduidad en los últimos años en otras ciudades españolas como León o Zamora.