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Montesinos celebra 40 años en la moda viajando a los lugares de su vida

«La venta en España es más complicada por la crisis que vive toda Europa. Ahora intentamos tener más presencia en los países emergentes”, explica en la Fashion Week madrileña.

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Cumplir 40 años dentro del mundo de la moda es toda una hazaña. Pero hacerlo además en España es algo casi heroico. Francis Montesinos (Valencia, 1950) acaba de celebrarlo en activo, creando y desfilando.

Poco antes del desfile de hoy dentro de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid hemos podido hablar con el creador. Francis Montesinos ríe cuando le preguntamos por sus 40 años en el mundo de la moda mientras lo define como un tiempo largo: “Recuerdo que en la primera década me preocupaba por buscar la profesionalización y el saber hacer para descubrir todos los lenguajes. Luego ya vino el proceso de la comercialización”.

Montesinos ha celebrado su aniversario con una colección que recupera el arte povera y que viaja por todas esas ciudades que han marcado su vida. Francis Montesinos Fashion Tour es una tournée restrospectiva por los lugares nada comunes que pisa el diseñador, plagada de intenciones fabulescas. Una mezcla de estampados, tejidos vaporosos con aplicaciones en paño, abrigos manta, volantes y transparencias bordadas, troquelados o encaje para una coleccion repartida en varios actos. Una travesía entre lo rústico y lo artístico en distintas etapas: de unos inicios austeros a la oda al folclore de la mano de los más espectaculares vestidos -como la bata de cola- a base plumas y flores.

Para el diseñador valenciano estar en Cibeles es fundamental. “Antes, cuando era más joven, más chic y tenía más dinero, hacía desfiles off en la Plaza de Toros de las Ventas o en el Círculo Mercantil”. Ahora los diseñadores tienen que desembolsar 5.000 euros por presentar sus propuestas en la Merdeces-Benz Fashion Week Madrid, un dinero que Montesinos, a diferencia de otros participantes, no ve excesivo: “Ellos te proporcionan el casting de modelos”. Eso sí, el creador piensa que de este modo los más pequeños no pueden entrar y por ello “deberían tener una subvención destinada a la mejora de sus colecciones”. Reconoce que cuando hacía algo y le copiaban le enfada muchísimo. Ahora le halaga porque piensa que si le imitan es porque no lo está haciendo tan mal.

En estos 40 años Montesinos ha visto y sufrido el auge de la moda low cost: “Creo que ha hecho mucho daño. Clientas que antes compraban tres cosas, ahora compran una. Son prendas de usar y tirar y a mí eso no me gusta porque les cojo cariño”. Aunque no le ocurre lo mismo con las prendas que diseña: “Esas se me olvidan enseguida, el año que viene ya no me acuerdo de lo que he hecho hoy y creo que eso es positivo para el proceso creativo”. “La venta en España es más complicada por la crisis que vive toda Europa. Ahora intentamos tener cada vez más presencia en los países emergentes”, nos revela respecto a su presente y futuro.

Todo comenzó en 1972 cuando inauguró su primera tienda en el valenciano Barrio del Carmen. Este local se convertiría en el hotspot de la ciudad durante los años de la Movida si bien hoy ya no existe como tal. Desde el principio y hasta hoy, Montesinos ha centrado su vida y su trabajo en su adorada ciudad natal, a quien ha dedicado infinitas colecciones. Valencia, a su vez, le ha devuelto el favor premiándole y considerándole su mejor embajador dentro y fuera de España.

Francis Montesinos se ha caracterizado siempre por su visión única a la hora de reinterpretar los iconos estéticos españoles. Su estilo siempre ha sido excesivo y teatral (sus desfiles son verdaderos espectáculos), tanto que en muchas ocasiones ha diseñado el vestuario de ballets y obras teatrales: en 1996 lo hizo para Antonio Canales, el Ballet Nacional de Cuba en 2000… Su último trabajo de esta índole ha sido con el musical A quién le importa.

Fue uno de los creadores más implicados en la época de la Movida. En 1985 lo demostró cuando Pedro Almodóvar, Bibiana Fernández y otros destacados miembros ejercieron de modelos para él en su desfile de otoño-invierno 1985/86. En 1985, ese mismo año, consiguió marcar un hito: reunir a 15.000 personas en la plaza de toros de Las Ventas para presentar su grandioso desfile-montaje Made in Spain, un homenaje a España. Después, se encargaría de todo el vestuario de la película Matador, de Almodóvar, y también tendría una pequeña aparición en La ley del deseo. Era en forma de una camisa de seda estampada que llevaba Eusebio Poncela, y que después le regala el dependiente de una tienda a Antonio Banderas.

En 40 años ha conseguido una legión de clientas y amigas fieles entre las cuales destacan las mujeres (y hombres) Bosé-Dominguín, María Pineda, Consuelo Císcar, Massiel o la mismísima Sara Montiel. Algo queda de todo aquello: hoy le han acompañado en el front-row Paola y Lucía Dominguín, Carmen Alborch, Estefanía Luyk y Paquita Torres, Fiona Ferrer, María Reyes, Lucía Hoyos, Asdrúbal, Marujita Díaz o Elena Tablada (madre).

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