¿Y si solo necesitas una riñonera para pasar el mejor verano de tu vida?

Fueron una época icónica, una explosión cultural donde empezaban a manifestarse los primeros síntomas de una sociedad global. En los 90, la música comenzó a ser más accesible que nunca y se gestó la “generación del videoclip” al ritmo de la MTV y de las listas de los 40 principales. En términos de moda, no existe década a la que la industria haya vuelto más a menudo. Desde hace algunas temporadas, marcas y diseñadores regresan con especial ahínco a aquellas prendas y accesorios que definieron unos años marcados por el debut de Chloë Sevigny y Rosario Dawson en Kids, el heroin chic –por obra y gracia de una jovencísima Kate Moss fotografiada por Corinne Day para la portada de la edición británica de Vogue de junio de 1993–, y la sublime Tonight, tonight, de Smashing Pumpkins, entre otras decenas de centenares de hitos. También fue el turno de Barcelona 1992, que pasó a convertirse en una referencia cultural de vanguardia y uno de los destinos más populares de Europa tras la celebración de los Juegos Olímpicos. Una mezcla entre rendimiento deportivo de alto nivel, estilo de vida y cultura que inspiró a toda una generación y que hoy se mantiene más vigente que nunca.

Esta primavera/verano 2023, el estilo deportivo afianza su estatus en la moda de la mano de marcas como BIMBA Y LOLA, que lanza una nueva e impactante campaña inspirada en el lado más extremo de algunas prácticas deportivas outdoor para presentar las nuevas versiones de su nueva Pocket Bag, el icónico bolso riñonera de la firma gallega. Desde lo más extremo del buceo al triple salto de una atleta, la estrepitosa caída en una jornada de vóley playa o una tarde de skateboarding, el espíritu aventurero que nos invade con la llegada del buen tiempo impregna cada una de las imágenes de una campaña que es fruto de la asociación de los más jóvenes interesantes talentos de nuestro tiempo: el fotógrafo galés Grant James-Thomas y la directora creativa Ashley Munns.

Ambos han ido dando forma al particular verano que propone BIMBA Y LOLA, que es un fiel reflejo del irreverente universo y la visión irónica que caracterizan a la etiqueta de Vigo y cuya última premisa es que encuentres tu forma de expresarte. Por todo ello, el verano que fotografía James-Thomas es explosivo como lo fue en los 90, e invita a los viajes y a la desconexión propios de esta época del año. Una propuesta breve pero efectista que vuelve a poner de manifiesto el compromiso de la compañía con sede en Mos, Vigo, con el talento artístico internacional –y que hemos ido comprobando en cada temporada–.

Pero la verdadera joya de la corona de esta nueva campaña es el mítico bolso riñonera de la etiqueta gallega que todas soñamos con llevar en algún momento: la Pocket Bag. En esta ocasión, el que fuera el it bag de la década de los 90, la riñonera, se reinventa en clave veraniega a través de nuevos tonos y acabados que resultan de lo más rompedores. Declinaciones en plata, neón o rosa empolvado que nos trasladan a escenarios veraniegos en los que puede suceder de todo. El resultado es un accesorio todoterreno que nos invita a despertar nuestro espíritu aventurero y adentrarnos sin miedo en terrenos inexplorados que nos ofrecen los deportes al aire libre. La versatilidad es otro de los rasgos que definen este diseño atemporal de BIMBA Y LOLA. La nueva Pocket Bag funciona en cualquier escenario y aporta un toque cool a cualquiera de tus estilismos de manera instantánea.

Cuando era pequeño, Grant James-Thomas pasaba el tiempo explorando los entornos rurales de Gales. Con el paso del tiempo fue ampliando su radio de acción y siguió buscando infinidad de aventuras en el extranjero, hasta que vendió su caballo para comprarse una cámara de fotos. Sus imágenes reflejan el equilibrio extraordinario entre lo perfecto y lo imperfecto, como las películas de Harmony Korine o los papeles que interpreta Natasha Lyonne, otra de las musas de la firma gallega. En esta nueva campaña, el galés captura la esencia de BIMBA Y LOLA  y  pasa por el filtro propio de la escena artística y de moda de los años 90. El resultado es la invitación a un verano en el que todo vale (excepto quedarse de brazos cruzados).