Sin miedo a las alturas: las plataformas se erigen como tendencia indiscutible
La teatralidad deja huella sobre la pasarela y el ‘street style’, alzando a este tipo de suela como tendencia indiscutible, más allá de esta temporada. Su máxima parece clara: la sofisticación es directamente proporcional a su altura.
Sus orígenes se remontan a las obras teatrales de la Antigua Grecia y su autoría, tal y como las conocemos a día de hoy, corresponde a Roger Vivier, que siendo fiel al espíritu surrealista que gobierna las creaciones de Elsa Schiaparelli, en 1937, ideó para la etiqueta la primera sandalia con plataforma, desatando su popularidad. Después, sería el diseñador italiano y maestro zapatero, Salvatore Ferragamo, quien las llevaría hasta Hollywood con un modelo arcoíris creado, en exclusiva, para la actriz de ‘El Mago de Oz’, Judy Garland. Y es que, las plataformas llevan décadas convertidas en un imprescindible entre las amantes de la moda y son, por méritos propios, todo un icono del siglo XX.
Tras años de idas y venidas del ‘front row’ de nuestro armario y, por supuesto de la pasarela, su momento de máximo esplendor llegó el pasado año, de la mano de la colección Otoño/invierno 2022-2023 de Valentino (sí, la misma en la que nació el famoso ‘Pink PP’). Pierpaolo Piccioli rescataba, entonces, este emblema de la década de los setenta para elevar (casi) hasta el infinito sus salones ‘Tan-go’. El ‘street style’ hizo el resto y este diseño de altura se convirtió en uno de los grandes virales de aquella temporada y de las siguientes, pues continúa colándose entre los más buscados de las ‘insiders’. Ahora, firmas como Giambattista Valli, Victoria Beckham, Balmain o Etro, recogen el testigo y crean sus propias versiones, eso sí, con un denominador común: su tamaño ‘XXL’.
Ahora que concluyen las semanas grandes de la moda y, con las propuestas para la próxima primavera aún frescas en nuestra retina, pasarelas como la de Milán no han hecho más que confirmar su auge como tendencia indiscutible. Entre ellas, llama especialmente la atención la reinterpretación de Sabato de Sarno para Gucci, que opta por añadir unos centímetros ‘extra’ a los clásicos mocasines ‘Horsebit’ de la enseña. Eso sí, si tenemos que hablar de espectacularidad, no podemos dejar de mencionar el diseño en metacrilato transparente de Donatella Versace (otra experta en la materia), los ‘mules’ minimalistas de Ermanno Scervino o los zuecos de inspiración ‘boho’ que llevan el sello de Fausto Puglisi para Roberto Cavalli.
Más allá de las creaciones estrafalarias, lo cierto es que las plataformas han tenido una gran repercusión sobre el asfalto. De hecho, son un imprescindible cuando se quiere recurrir a lucir unos tacones de vértigo de forma sensata y se han convertido en una apuesta segura en los ‘looks’ de invitada. Pero, incluso fuera de este ámbito, su éxito es una realidad que toma forma en todo tipo de calzado, desde sandalias a botines, y triunfan poniendo el broche de oro a un sinfín de ‘looks’. ¿Como ejemplo? Este de estética ‘fifties’, que lució la zapatera Amina Muaddi para acudir al desfile de Dior, en el que unas plataformas futuristas cambiaban, por completo, el ‘mood’ del estilismo.
Como no podía ser de otra forma, la confirmación de su popularidad llega de la mano de firmas del ‘fast fashion’, como Zara, que incorpora varios modelos con esta suela a su catálogo. Entre ellos, destaca una sandalia metalizada, que contrarresta su altísimo tacón con una llamativa plataforma.
Una cosa está clara: su sofisticación parece ser directamente proporcional a su altura, así que, el dictado parece pasar por no tener miedo a subirse a unos cuantos centímetros de más, rescatando la teatralidad de sus raíces.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.