Berlín sigue siendo el refugio creativo definitivo: este es el nuevo espacio que reúne a los artistas mas rompedores de la ciudad

Berlín siempre ha sido refugio de disidentes. La ciudad posee esa atmósfera mutante e inimitable –por mucho que nos pese–, en donde los espacios se reconquistan creativamente y el pasado se cura con arte urbano. Iglesias brutalistas reconvertidas en estudios de fotografía o diseño, búnkers que custodian las mejores fiestas techno, aeropuertos abandonados tomados por la hierba y los vecinos… Lejos de caer en tópicos, en este entramado de hormigón, en donde el gris es tan solo fachada, la ciudad cuenta ahora con un nuevo refugio artístico: el irreverente universo de Bimba y Lola.

Bimba Y Lola Berlín

La firma, que durante estos años ha crecido en una suerte de colectivo creativo, logrando convertir cada una de sus colecciones (y el hilarante imaginario que rodea sus lanzamientos) en una divertida expresión artística, abre sus puertas en la capital alemana. Situada en el alternativo barrio de Mitte, Bimba y Lola ha creado un espacio inmersivo en el que las obras de los artistas locales que lo han intervenido dialogan con los icónicos bolsos y estampados de la marca, que tan bien captan el espíritu rupturista de la capital alemana. No es su única tienda, la firma ha abierto dos más en las Galerie Lafayette, el edificio acristalado con el que el arquitecto Jean Nouvel puso en jaque el pesado paisaje racionalista.

Para celebrar el lanzamiento, como nos tiene acostumbrados, Bimba y Lola se ha rodeado de talento para dar forma a la campaña BIMBAYLOLABERLIN, como la make up artist  Kicki Yang Zhang y el productor musical Stickle. “Lo que más me gusta de Berlín es su interesante mezcla, es una ciudad muy despreocupada. Siento que la mayoría de la gente viste lo que quiere y eso es muy inspirador”, defiende Kicki. Para ella el arte es un refugio, la forma que encontró de canalizar la rabia adolescente cuando le hacían bullying en el instituto, y Berlín, la ciudad que por fin le permitió expresarse. “Es relativamente barato vivir aquí, lo que me permite más libertad para probar diferentes cosas en términos artísticos sin tener la presión del dinero”, responde con pragmatismo, como apelando a aquel viejo lema de la ciudad «Berlin ist arm, aber sexy» (Berlín es pobre pero sexy), idea del alcalde Klaus Woweit, con el que pretendía llenar la capital de artistas y lo consiguió. 

Los coloristas maquillajes de Kicki inundan internet: eyeliners imposibles que mutan en colas de ave fenix o garzas reales, párpados que lanzan mensajes reivindicativos sin necesidad de gesticular y un fascinante universo que transita del anime a los reductos de internet para consolidarse en su cara. En esta ocasión tan especial, la artista rebuscó en la paleta cromática de los bolsos LB de Bimba y Lola para plasmar su imaginario en todo tipo de superficies: en las caras de los personajes de la campaña, que asaltan Berlín con las prendas de la firma, o en las camisetas que Bimba y Lola ha lanzado para la ocasión, perpetuando así, su efímero maquillaje. Una gama estridente y mágica, que nos traslada a esos clubs en los que soñamos volver a entrar: párpados en tonos verdes y naranjas neón, delineados que mutan en mapas y flores de tonos azules y amarillos, o el logo de la marca replicado hasta crear un nuevo estampado.

El resultado es una auténtica intervención urbana, con Berlín empapelada por Bimba y Lola –en donde las siglas de ambas se fusionan en perfecta armonía–, y la nueva escena artística y cultural fielmente retratada. Talentos como la DJ Mariama, la tatuadora Kieu My Vu, o la escritora y curator Caroline Bushra von der Goltz se pasean por Berlín, al ritmo impuesto por el productor Stickle, dejándose retratar, por fin, con los icónicos bolsos LB. 

Bimba y Lola LBerlin