Palomo Spain: «Mi ropa es para chicos, pero entiendo que alguna mujer se la quiera poner»
El nuevo talento español nos habla de su reciente éxito y de lo que quiere para su porvenir tras “Boy walks in an Exotic Forest”.
A John Galliano le ha salido un pequeño competidor proveniente de Posadas, un pueblo de Córdoba. Alejandro Gómez Palomo ya no es ese niño que creaba estilismos a sus Barbies, ahora es un diseñador que gusta tanto a crítica como al gran público. Y, sobre todo, un creador capaz de causar un gran revuelo cada vez que presenta una colección.
¿Te esperabas el revuelo y el éxito de la presentación de tu última colección en el Museo Lázaro Galdiano?
No me esperaba semejante repercusión pero siempre que hago las cosas, las hago intentando exigirme lo máximo posible, no es algo que me venga de sorpresa porque he buscado durante toda mi vida ese éxito y esa repercusión. Tengo claro a dónde quiero llegar, si hubiese sido un fracaso no entendería nada y no estaría feliz.
¿A dónde quieres llegar?
Quiero llegar a la gente, a que la gente se emocione o se identifique, que me tengan como referente. En general ser un buen diseñador es inspirar a la gente al igual que yo me he inspirado en otros diseñadores grandes.
¿Cómo describirías tu última colección?
Es una reflexión de mi viaje en el mundo de la moda que luego he definido como una selva extraña, un viaje a lo desconocido, mágico, con criaturas salvajes. Todo se acaba mimetizando con los niños del desfile en una selva exótica que es como me he sentido yo en el mundo de la moda.
Para todo aquel que no conozca la marca, ¿podrías explicar cómo se creó Palomo Spain?
Palomo Spain nace cuando yo estudiaba en London College of Fashion en Londres. Surge con la colección final de carrera donde yo realicé una oda a mi vida, a mis raíces españolas y a las ansias de volver. Tuvo mucha repercusión y ahí me decidí a seguir con Palomo Spain.
¿Cuándo te diste cuenta que querías ser diseñador de moda?
Muy muy temprano, no sé si a los 4, a los 5 o a los 6 años. Jugaba a las Barbies, cosía, me encantaba disfrazarlas y disfrazarme. En la tele me quedaba embobado con los desfiles de Galliano o de Saint Laurent. Mis padres me animaron a ello. En primaria cuando te preguntan qué quieres ser de mayor, mis compañeros decían bombero o astronauta. Pero yo lo tenía claro: yo quería ser diseñador de moda.
¿Tus raíces son una fuente de inspiración para tus colecciones?
Totalmente, 100%. Quien vea mis colecciones y me conozca, comprende lo que está pasando por mi cabeza, mi background. Cada vez me siento más cómodo con mi cultura y cada vez me gusta más exteriorizarlo. No hay que buscar nada fuera, en España hay una cultura riquísima y no tenemos que envidiar nada a nadie. Cuando sales fuera te das cuenta de lo que tienes.
Queremos saber más del mundo de Palomo Spain. ¿Cómo es tu día a día? ¿Cuánta gente trabaja en tu taller?
Mi día a día es en Posadas, un pueblo pequeñito al lado de Córdoba. Ando todos los días a mi taller que está como a un kilómetro de distancia, cruzo todo el pueblo y saludo a la que vende cupones, a la que pone el desayuno en el bar, a toda la gente del pueblo… Empiezo a las 8 de la mañana hasta las 2 y media. Tengo un taller que es una especie de cortijo y trabajo con tres personas. Aprendo mucho de María Luisa, Mari Luz y de Carlos. Tres personas diferentes que aportan una energía muy buena. Me encanta vivir aquí porque puedo dedicar todo al trabajo. Estoy totalmente centrado en mi proceso creativo. Mi taller es mi casa y es donde paso la mayoría del tiempo.
¿Qué esperas de Palomo Spain?
Me gustaría que si una marca de renombre me llamase, pudiese llevarme la marca Palomo Spain conmigo. También me encantaría que una firma como Lacroix o Rochas me quisiera como su director creativo. Todo el mundo me dice que con el tiempo pero a saber… Tiempo al tiempo.
De todas las prendas que has creado, ¿cuál dirías que es tu obra maestra?
De esta colección, a mí siempre me gusta trabajar con telas que son muy delicadas, que te dejan jugar mucho con mucha tela pero con un aspecto muy ligero. Esta temporada hay una camisa celeste que tiene 25 metros de organza de seda azul, es todo cortado a mano y el interior también, es un trabajo de cinco días, tiras y tiras de organza haciendo una flor, un dibujo haciendo una ola y cuando se mueve enseña diferentes colores. Es muy ligera pero a la vez muy pesada.
¿La moda tiene etiquetas? ¿Hay límites en lo que a género se refiere?
No hay límites. La gente habla de mis colecciones como si fuesen genderless pero es algo que ha venido después ya que no era para nada mi intención. Yo hago ropa para chicos, me inspiro en ellos aunque entiendo que cualquier vestido que hago para ellos lo quiera llevar alguna mujer. Para mí no hay limites, mis amigos llevan faldas, tacones, abrigos de pelo… No hay límites, cada uno debe expresarse como quiere.
¿Cómo eliges a tus modelos?
Muchos de los chicos son amigos míos, otros son algunos que he conocido por la calle o en alguna feria. Hay muchos que me contactan a través de Instagram para trabajar conmigo o yo voy a ellos porque miro en Instagram de amigos de amigos y me llaman la atención.
Trabajaste con Stelios Hawa. ¿Cómo calificas esta experiencia?
Muy enriquecedora. Gracias a trabajar con él en Liberty he podido ver grandes piezas de la historia de la moda, de la época Isabelina de los años 20, 30… de los diseñadores de renombre: de Dior de los 50, de Saint Laurent. Me ayudó a saber lo que me gustaba de la moda.
¿Cuál es tu firma favorita? ¿Con cuál te gustaría que te comparasen?
Me han comparado con Galliano y me encanta. Es con lo que he estado obsesionado desde que soy pequeño. Gente como Lacroix o Nicholas Ghesquiere en Balenciaga, Saint Laurent 70’s o 80’s, o Dior en los 50. Auténticos maestros.
Si tuvieses que elegir a un personaje del pasado o del presente al que vestir, ¿quién sería?
A Michael Jackson o Oscar Wilde.
¿Es difícil ser un ‘Chico Palomo’?
Es fácil si eres un chico natural. Quien quiera serlo lo es sin querer serlo.
¿El mercado y la sociedad española están preparados para tus diseños?
El mercado no lo sé. La sociedad creo que sí porque considero que las prendas son deseables. Entender la propuesta y vestirla como chico es más fácil fuera. Estoy vendiendo en NY, Tokio… Ahora vamos a París a conocer a diferentes clientes.
¿Tienes alguna idea de cómo va a ser tú próxima colección?
Sí, pero todavía no puedo decir nada. Una semana antes de terminar la anterior colección ya tenía claro todo.
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